Sin duda alguna el gran reto al terminar una dieta es mantener el peso perdido a largo plazo, porque se produciría lo que se conoce como ‘efecto rebote’, te imaginas después de meses tratando de perder peso y después los recuperas en unas pocas semanas. O, peor aún, hemos visto con asombro cómo aumentaba nuestro porcentaje de grasa corporal.
Las personas que intentan adelgazar llegan a un círculo vicioso de pérdida y ganancia de peso que les genera malestar tanto físico como psicológico, pues crea un gran sentimiento de frustración.
En una persona sana, la pérdida de peso se produce cuando el organismo consume más calorías de las que ingiere. Para obtener la energía extra, consume la grasa que tenemos acumulada. Por este motivo, cuando alguien quiere perder peso, planifica una dieta generalmente hipocalórica, es decir, baja en calorías para que su organismo consuma la energía restante a través de sus reservas.
Conejos para evitar el efecto rebote tras una dieta
Pese a las dificultades, no todo está perdido, pues se puede evitar el efecto rebote con unas sencillas claves.
Huir de las dietas milagro:
Huir de cualquier dieta ‘con apellido’, como, por ejemplo, ‘la dieta de la piña’, ‘dieta depurativa’, ‘la dieta del bocadillo de jamón…’ Este tipo de dietas, además de prometer pérdida de peso rápida que no suele mantenerse en el tiempo, suelen tener consecuencias negativas para la salud y son bastante poco llevaderas.
La pérdida de peso, mejor progresiva.
Es muy probable que la pérdida sea más acusada cuando empezamos, pero, aun así, hay que intentar que sea muy progresiva. Lo ideal sería hacerlo por etapas, con periodos de transición de este modo, aunque el proceso se alargue, el proceso será más llevadero y es menos probable que nuestro organismo ‘se acostumbre’ a la reducción de calorías.
La dieta debe ser fácil de seguir, por eso hay que hacerla lo más adaptada posible a los gustos y hábitos de la persona que va a seguirla.
Las dietas no son para siempre, los hábitos, sí.
De nada sirve estar a dieta meses si luego vamos a volver a los hábitos que nos provocaron el sobrepeso del que queremos librarnos. Por eso, aunque las dietas no son para siempre, llevar unos buenos hábitos de vida, sí. Llevar una dieta saludable no implica llenarla de restricciones o medir cada caloría que ingerimos, sino, llevar una dieta equilibrada, rica en verduras y frutas, proteínas saludables, hidratos integrales, frutos secos.
Ejercicio sí o sí
Hacer ejercicio cuando queremos perder peso es un pilar indispensable por varios motivos. Primero, porque, al consumir más calorías, la pérdida de peso será más rápida y eficaz; y segundo, y más importante, es que minimizaremos la pérdida de masa muscular, y cuanta más masa muscular, más calorías necesita nuestro cuerpo para funcionar diariamente.
Por eso, es tan esencial hacer ejercicio aeróbico que favorezca la pérdida de peso (correr, montar en bici…) como ejercicios de fuerza, que son los que nos ayudarán a mantener y tonificar nuestra musculatura y a aumentar la tasa metabólica basal, lo más importante para evitar el temido efecto rebote.
Por: 20minutos