Durante y después del tratamiento de cáncer de piel es importante ser constante en las visitas al médico. La Asociación Americana del Cáncer recomienda consultar a qué debe estar alerta y cuáles son signos importantes de compartirle al médico.
Entre las recomendaciones están, comer saludable, estar activo y mantener un peso sano, lo cual se traduce en menores riesgos de cáncer. Durante los días de más calor, prefiera las comidas frescas y ligeras. Elija frutas y verduras de verano como melones, duraznos, fresas, pepinos y tomates. Adapte recetas para hacerlas bajas en azúcar y grasas.
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Otra situación positiva es alejarse del tabaco. Examine su piel una vez al mes y verifique que no se tengan cambios en el área que se trató el cáncer y esté atento de cualquier cambio en el resto de la piel.
Expertos comentan que como sobreviviente de cáncer, es posible que corra un mayor riesgo de deshidratación y quemaduras solares como resultado del tratamiento o los efectos secundarios de los medicamentos.
El ideal es consultar con los expertos sobre qué efectos secundarios podrían tener ciertos medicamentos cuando se relacionan con el sol.
El calor también puede empeorar la fatiga relacionada con el cáncer. Asegúrese de escuchar a su cuerpo y descanse si se siente cansado. Si tiene síntomas como calambres musculares, náuseas, vómitos, fiebre, convulsiones o dificultad para respirar, busque atención médica de inmediato.
Asegúrese de incorporar frecuentes descansos para tomar agua, especialmente si está al aire libre haciendo actividad física. Tomar una ducha tibia también ayuda a refrescarse.
Use ropa holgada a base de algodón. Cuando se encuentre al aire libre, utilice ropa que cubra su piel. La ropa provee diferentes niveles de protección contra los rayos UV. Por otro lado, las camisas de manga larga, los pantalones largos y las faldas largas cubren la mayor parte de la piel y ofrecen la máxima protección.
Los colores oscuros generalmente proveen más protección que los colores claros. Las telas con un tejido más tupido ofrecen una mejor protección que las telas con un tejido más suelto. Asimismo, la ropa seca generalmente protege mejor que la ropa mojada. Tenga presente que cubrirse no bloquea todos los rayos UV. Si usted puede ver la luz a través de la tela, los rayos UV también pueden traspasarla.
La mayoría de los tipos de cáncer de piel son causados por una exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV). La mayor parte de esta exposición procede de la luz solar, pero cierta cantidad puede proceder de fuentes artificiales, tales como las camas bronceadoras y las lámparas solares.
La dermatóloga Maureen Barahona, comenta que la temperatura no influye en que se desarrolle el cáncer de piel, los riesgos vienen de la exposición. Agrega que durante los días con temperaturas altas se incrementan otras enfermedades, por ejemplo, ha tenido en su consulta dermatitis atópicas que se agravan por el sudor y calor, así como el acné y algunos casos relacionados con hongos.
Es necesario recordar que la exposición al sol tiene beneficios para la salud. Esta acción incluso mejora el estado de ánimo y con planificación y ciertos cuidados los pacientes pueden disfrutar de los días soleados.