Investigadores estadounidenses, estudian la relación entre el Covid-19 y la enfermedad de Alzheimer, estos señalaron en el Journal of Alzheimer’s Disease, que los adultos mayores que padecieron un cuadro de Covid-19, tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en el periodo comprendido dentro de un año.
Analizaron los registros de salud electrónicos de 6,2 millones de pacientes, de 65 años o más; que recibieron tratamiento médico entre febrero de 2020 y mayo de 2021. Los participantes no tenían un diagnóstico previo de Alzheimer. Más de 400.000 pacientes estaban en el grupo de estudio de COVID-19, mientras que 5,8 millones estaban en el grupo de estudio sin infección.
Según los investigadores, los pacientes que cursaron la infección por COVID-19 tenían entre un 50% y un 80% más de probabilidades de desarrollar Alzheimer que los que no se habían contagiado con SARS-CoV-2. El estudio mostró que las mujeres mayores de 85 años tenían el mayor riesgo.
Alzheimer aumenta en los adultos mayores que tuvieron Covid-19
Los investigadores expresaron que no había evidencia suficiente para determinar si el Covid-19 produjo el Alzheimer o si el virus aceleró su desarrollo.
“Los factores que intervienen en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer no se conocen bien, pero dos elementos que se consideran importantes son las infecciones previas, especialmente las virales, y la inflamación”; explicó Pamela Davis, profesora de investigación de la Facultad de Medicina Case Western Reserve y coautora del estudio.
También indicó que esto podría significar una ola sustancial de pacientes con la enfermedad de Alzheimer, lo que podría ejercer más presión sobre los centros de atención a largo plazo que ya están sobrecargados.
“La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad grave y desafiante, y pensamos que habíamos cambiado el rumbo al reducir los factores de riesgo generales como la hipertensión, las enfermedades cardíacas, la obesidad y un estilo de vida sedentario”; continuó Davis.
“En esta etapa de la pandemia, muchas personas han tenido COVID y las consecuencias a largo plazo aún están emergiendo. Es importante continuar monitoreando el impacto de esta enfermedad en la discapacidad futura. Nuestros hallazgos requieren investigación para comprender los mecanismos subyacentes y para la vigilancia continua de los impactos a largo plazo de COVID-19 en la enfermedad de Alzheimer”; concluyeron los investigadores.