Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef en un 79 % han aumentado los casos de sarampión se informaron en todo el mundo en enero y febrero de 2022
Y así mimos advierten que las condiciones son propicias para brotes graves de enfermedades prevenibles por vacunación.
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Las interrupciones relacionadas con la pandemia, las crecientes desigualdades en el acceso a las vacunas y la desviación de recursos de la inmunización de rutina, están dejando a demasiados niños sin protección contra el sarampión y otras enfermedades prevenibles por vacunación.
El riesgo de grandes brotes aumenta a medida que las comunidades relajan las prácticas de distanciamiento social y otras medidas preventivas para la covid-19 implementadas durante el punto álgido de la pandemia.
Brotes de sarampión
Además, con millones de personas desplazadas debido a conflictos y crisis, incluso en Ucrania, Etiopía, Somalia y Afganistán; las interrupciones en la inmunización de rutina y los servicios de vacunación contra la covid-19. También la falta de agua potable y saneamiento; y el hacinamiento aumentan el riesgo de brotes de enfermedades prevenibles.
Los brotes de sarampión también puedan advertir brotes de otras enfermedades que no se propagan tan rápidamente.
Aparte de su efecto directo en el cuerpo, que puede ser letal, el virus del sarampión también debilita el sistema inmunitario. Y hace que el niño sea más vulnerable a otras enfermedades infecciosas como la neumonía y la diarrea; incluso meses después de la infección por sarampión entre los que sobreviven.
Vacunas infantiles básicas
De la misma manera, la mayoría de los casos ocurren en entornos que han enfrentado dificultades sociales y económicas debido a la covid-19, conflictos u otras crisis. Y tienen una infraestructura e inseguridad del sistema de salud crónicamente débiles
“El sarampión es más que una enfermedad peligrosa y potencialmente mortal. También es una indicación temprana de que existen brechas en nuestra cobertura mundial de inmunización, brechas que los niños vulnerables no pueden pagar”; señaló Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.
“Es alentador que las personas en muchas comunidades comiencen a sentirse lo suficientemente protegidas de la covid-19; para regresar a más actividades sociales. Pero hacerlo en lugares donde los niños no reciben la vacunación de rutina crea la tormenta perfecta para la propagación de una enfermedad como el sarampión”, advirtió.
En 2020, 23 millones de niños no recibieron las vacunas infantiles básicas a través de los servicios de salud de rutina; el número más alto desde 2009 y 3.7 millones más que en 2019.