Un aumento alarmante en los casos del virus Oropouche y las primeras muertes confirmadas han encendido las alertas entre los investigadores y autoridades de salud.
Este virus, relativamente desconocido hasta hace poco, ha comenzado a mostrar su capacidad de propagación, lo que genera preocupación, ya que actualmente no existen vacunas ni tratamientos específicos disponibles para tratarlo.
El pasado mes de julio, funcionarios del gobierno de Brasil confirmaron la muerte de dos mujeres en la región nordeste del país a causa del virus Oropouche. Cuba confirma que el virus de Oropouche se ha expandido a todo el país
Este ha sido el primer registro de muertes relacionadas con este virus en el país, lo que subraya la gravedad de la situación. Aunque Brasil ha lidiado con este virus en el pasado, los recientes fallecimientos han renovado el temor sobre su potencial impacto en la salud pública.
¿En qué países hay casos de Oropuche?
Mientras que Brasil ha sido uno de los epicentros de este virus, su influencia ha comenzado a expandirse más allá de las fronteras sudamericanas. Desde junio, se han reportado casos en varios países europeos: España, Italia, Alemania.
La mayoría de los pacientes en Europa habían viajado previamente a Cuba, donde se ha identificado un brote, o a Brasil. Estos casos han detonado preocupaciones a nivel mundial sobre una posible propagación más amplia.
En América Latina, además de Brasil, el virus Oropouche ha representado un problema de salud pública en varios países en las últimas décadas, entre ellos: Perú, Colombia, Ecuador, Argentina, Panamá, Bolivia, Trinidad y Tobago, Cuba, Guyana Francesa.
El virus Oropouche es transmitido principalmente por la picadura del mosquito Culicoides paraensis, un insecto común en amplias zonas de América Latina. Además, uno de los mayores desafíos que representa el virus Oropouche es la falta de una vacuna o tratamiento específico.
Esto significa que las medidas de prevención, como el control de los mosquitos y la protección personal contra las picaduras, son las únicas estrategias disponibles para evitar la propagación del virus.
Las autoridades de salud instan a la población a ser conscientes de los riesgos y a tomar precauciones, especialmente en las áreas donde el mosquito transmisor es más común.