Cuatro semanas después de la detección de la cepa ómicron del coronavirus, la comunidad científica ha advertido de la aparición de una nueva variante del mismo linaje de la cepa ómicron que ha sido denominada como BA.2.
Esta cepa BA.2, detectada oficialmente en Sudáfrica, Australia y Canadá, tiene la particularidad de no tener una mutación característica en el gen S. Esto lo hace más difícil de identificar por medio de pruebas PCR como las utilizadas durante los últimos dos años.
El Instituto de Genética del University College de Londres (Reino Unido) reveló al diario The Guardian que la cepa ómicron original (BA.1) y la nueva ‘subvariante’ (BA.2) son bastante diferentes en el aspecto genético, lo que haría que se comporten de forma diferente.
Aparición de una nueva variante hermana de ómicron
Pese a estos primeros hallazgos y la determinación de que la subvariante sería la “cepa ómicron sigilosa”, se envía un mensaje de calma resaltando que aún “no hay nada que temer” y recomendando mantener las medidas de cuidado ante la pandemia.
La nueva variante de la covid-19, conocida como ómicron, lleva más de un mes siendo tema de conversación entre la opinión pública y los expertos sanitarios, debido a que ha sido considerada por la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) como “preocupante”.
Su alto número de mutaciones en la proteína Spike la han convertido en una de las variaciones más contagiosas del nuevo coronavirus. Esta situación que, por supuesto, ha llamado la atención de la mayoría de los gobiernos en el mundo.
“Ómicron se está extendiendo a un ritmo que no hemos visto con ninguna variante anterior”; indicó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
De hecho, en poco más de cuatro semanas desde que se detectó el primer caso en Sudáfrica; ya son 77 los países que han registrado tener al menos un paciente, cuyo contagio se dio por la variante ómicron.