Río de Janeiro, 4 sep (EFE).- La vacuna contra la COVID-19 desarrollada por científicos rusos comenzará a ser probada en unas diez mil personas en Brasil a finales de octubre.
La previsión fue divulgada por la gobernación del sureño estado de Paraná, que firmó un acuerdo de transferencia de tecnología con el Instituto Gamaleya, el responsable por la vacuna conocida como Sputnik V, para que sea experimentada y posteriormente producida en Brasil.
"El Gobierno de Paraná someterá el protocolo de validación de la fase 3 de estudios clínicos de la vacuna rusa a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) hasta finales de septiembre. Una vez aprobado por el órgano regulador, la previsión es que las pruebas puedan iniciarse al final de octubre", según un comunicado de la gobernación.
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Quinta vacuna experimentada en Brasil
En caso de ser aprobado, la Sputnik V será la quinta candidata a vacuna contra la COVID-19 en ser experimentada en Brasil en estudios clínicos de fase tres (con miles de personas).
La multinacional Johnson & Johnson recibió autorización para probar su vacuna a mediados de agosto, lo que ya es hecho en Brasil con las desarrolladas por el Reino Unido (AstraZeneca y Universidad de Oxford), China (Sinovac Biotech) y por el consorcio BioNTech (Alemania) y Wyeth/Pfizer (Estados Unidos).
Brasil, donde el coronavirus deja ya unos 125.000 muertos y 4 millones de infectados, lo que lo convierte en el segundo país más afectado por la pandemia en el mundo después de Estados Unidos, se ha convertido en un referente para los ensayos clínicos de vacunas y medicinas contra la enfermedad.
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Con unos 210 millones de habitantes de gran diversidad genética y el elevado número de casos, el gigante suramericano es el laboratorio ideal para las pruebas de diversas potenciales vacunas, que buscan ahora comprobar su eficacia y seguridad.
Según The Lancet, la vacuna de Rusia fue capaz de generar anticuerpos en las personas en las que fue experimentada en la primera fase de ensayos clínicos y no generó ningún efecto adverso.
El estudio publicado detalla los primeros hallazgos arrojados por dos ensayos clínicos en sus dos primeras fases, en los que participaron 76 personas.