En los últimos meses las tensiones han incrementado. Sin embargo, uno de los dolores más comunes en las personas que hacen home office es el dolor de espalda. Usualmente desaparece adoptando las medidas adecuadas o con tratamientos específicos. Pero, si no lo atiendes pronto puede afectarte en la comodidad para trabajar e incluso durante todo el día.
La mayoría de las personas padecerá dolor de espalda en algún momento de su vida. El dolor de espalda puede ser desde una pequeña molestia constante hasta una repentina punzada de dolor agudo que dificulta el movimiento. Puede aparecer de manera rápida tras una caída o al levantar un objeto muy pesado o ir aumentando de manera progresiva.
Entre los tipos de dolor de espalda se encuentran la lumbalgia, la dorsalgia y la cervicalgia. La lumbalgia es el más frecuente, y afecta a la zona comprendida entre la base de las costillas y el principio del muslo. Por el contrario, la cervicalgia no es un trastorno tan frecuente, aunque sí produce molestias y dolor considerables. El dolor de espalda se manifiesta de dos maneras: el dolor agudo que se produce de repente y suele tener una duración inferior a seis semanas, y el dolor crónico que se puede prolongar durante más de tres meses. El dolor crónico es menos frecuente que la lumbalgia, la dorsalgia y la cervicalgia.
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Los factores de riesgo por los que el dolor de espalda te puede afectar.
El envejecimiento
El desgaste de la columna vertebral puede provocar afecciones que producen dolor de cuello y espalda. Usualmente comienza a manifestarse a partir de los 30 o 40 años y agravarse a los 60, cuando se presenta la osteoartritis.
La genética
Puede ser una razón para los trastornos de la columna, especialmente en casos de degenerativa del disco.
Las condiciones laborales
Se convierten en un factor de riesgo, especialmente cuando se trata de trabajos que requiera flexiones y levantamientos repetitivos. Los trabajos que requieren largas horas de pie sin descanso o sentarse en una silla que no soporta bien la espalda también pueden volverte más propensa a sufrir lesiones.
Sedentarismo
Llevar un estilo de vida sedentario también influye en el dolor de espalda, al igual que el sobrepeso y el embarazo. Esto es porque aumenta el estrés en la espalda baja, así como en otras articulaciones como las rodillas.
Si comienzas a sentir debilidad repentina en las piernas puede ser a causa de nervios comprimidos en la columna, provocados a su vez por problemas en la ciática o la estenosis espinal lo cual requiere de terapia. Sin embargo, esta debilidad repentina también podría indicar un derrame cerebral.
La incontinencia es otro síntoma importante. El dolor de espalda junto con la incapacidad para controlar los intestinos o la vejiga puede ser un signo de compresión nerviosa grave o una infección de la columna, como discitis o meningitis.
Otra situación que requiere de atención inmediata es el entumecimiento o hinchazón en la ingle o los glúteo. Esto se conoce como anestesia en silla de montar y también es un signo de una afección grave de nervios o columna.