Uno de los momentos más importantes y satisfactorios para cualquier madre es ver cómo su pequeño descubre al mundo a través de sus sentidos.
Estos empiezan a desarrollarse desde el vientre materno y son fundamentales para que el bebé pueda relacionarse con su entorno y logre identificar sensaciones, sonidos, olores, texturas y sabores.
De acuerdo con The Urban Child Institute, el más importante es el sentido del gusto, puesto que es el que se desarrolla con mayor rapidez durante el periodo prenatal y el que madura más rápido.
Recordemos que los bebés se alimentan a través del liquido amniótico, por lo que pueden conocer y experimentar otros sabores desde antes de nacer
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Durante sus primeros meses de vida, el sentido del gusto irá adaptándose a las nuevas necesidades del pequeño.
Por eso, es fundamental que conozcas de qué manera se desarrolla cada etapa y cómo puedes ayudarlo para que logre disfrutarlas plenamente.
De 0 a 3 meses
Según la página especializada Babycentre, en esta etapa el sentido del gusto será sumamente sensible. Los especialistas explican que un bebé puede tener una distribución más amplia de papilas gustativas, a diferencia de cómo se estructura la boca de un adulto. Asi lo público VIX
Estas se encuentran en las amígdalas, en la parte posterior de la garganta y en la lengua.
En este punto, tu pequeño será capaz de distinguir entre sabores dulces y amargos, mostrando una clara inclinación por aquellos que son más azucarados.
Esta preferencia se relaciona directamente con el sabor de la leche materna y prevalecerá durante gran parte de su infancia.
De 3 a 6 meses
A los 3 meses de edad, la lengua de tu bebé ya ha logrado desarrollarse por completo. De acuerdo con un artículo publicado en la Revista de Pediatra de Atención Primaria, es probable que durante esta fase tu pequeño comience a llevarse cosas a la boca.
Esto significa que está empezando a utilizar su lengua para descubrir otras texturas y sabores.
A partir de los 5 meses, su sentido del gusto habrá evolucionado y será capaz de reaccionar a sabores un poco más salados.
No obstante, los especialistas mencionan que no es buena idea darle alimentos de este tipo a tan temprana edad.
De 6 a 12 meses
La Asociación Española de Pediatría explica que a partir de los seis meses de edad es el momento adecuado para comenzar a incluir alimentos sólidos a su dieta, tales como puré de frutas (plátano, manzana) o de verduras (calabaza, zanahoria).
Al principio, es normal que tu pequeño reacciones con desconfianza al sabor de la comida e incluso la rechace.
Esto sucede debido a que sus papilas están acostumbradas a la dulzura de la leche, y los nuevos sabores pueden resultar un poco abrumadores.
De esta forma, tu pequeño recibirá una alimentación equilibrada y rica en vitaminas y mineras, y logrará desarrollarse adecuadamente en todos los aspectos de su crecimiento.