El tabaquismo es una de las principales causas de muerte evitable en el mundo. A pesar de ello, algunos fumadores se sienten intimidados y no lo intentan porque piensan que dejar de fumar y ver mejoras en su salud y su bienestar llevará muchísimo tiempo
“Se calcula que en 2012, en España, 60.456 personas murieron con enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, el 15,23 por ciento de las muertes registradas en todo el país. Esto es como lanzar una moneda al aire: si sale cara te salvas, si sale cruz mueres”, afirma Francisco Camarelles Guillem, médico de familia y vicepresidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT) y del grupo de educación sanitaria y promoción de la salud del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).
“Fumar reduce la esperanza de vida una media de diez años según un estudio que ha seguido a más de 35.000 personas durante 50 años en el Reino Unido”, añade el experto. Sin embargo, se pueden reducir estos riesgos abandonando el consumo de tabaco. Dejar de fumar puede aumentar la esperanza de vida, aunque los beneficios son mayo
Lee también: ¿Qué son los lunares rojos que salen en la piel?
¿Qué le pasa a tu cuerpo?
Después de un día sin fumar, se reducen bastante los niveles de monóxido de carbono en los pulmones, lo que aumenta los niveles de oxígeno en la sangre. Además, comienza a recuperarse el olfato y la comida sabe mejor, especialmente pasados los primeros días.
A los 2 o 3 días: El cuerpo tarda unos 3-4 días en eliminar completamente la nicotina o sus derivados, como la cotinina. Sin embargo, otros compuestos presentes en el tabaco, como el alquitrán, se acumulan en los pulmones y pueden tardar años en desparecer del organismo.
Fumar es una adicción física y psicológica, una conducta aprendida que genera una dependencia social. Al abandonar el tabaquismo es normal que permanezcan las ganas de fumar e incluso que aparezca el llamado síndrome de abstinencia o “mono”, acompañado de irritabilidad, ansiedad, nerviosismo y cansancio, entre otros síntomas. “El síndrome de abstinencia dura unas 2-3 semanas y es la principal causa de que los fumadores vuelvan a fumar”, afirma el especialista.
A los 3 meses: La función pulmonar comienza a mejorar y se produce una disminución notable de la tos, la congestión nasal, la fatiga y la sensación de falta de aire.
Después de un año
Tras un año sin fumar, el riesgo de enfermedad cardiovascular disminuye hasta reducirse en un 50 por ciento. Y continúa descendiendo con el paso del tiempo, tras 5-15 años sin fumar el riesgo de infarto cerebral es el mismo que el de una persona que nunca ha fumado.
Así, cada año sin fumar disminuye los riesgos de sufrir enfermedades y mejora la salud general, por lo que apartar los cigarrillos de nuestra vida es una excelente opción para cualquier persona que sea fumadora.