En la búsqueda de un tratamiento eficaz para el coronavirus, toca ahora el turno al anakinra, cuyo nombre comercial es Kineret.
Anakinra es el exótico nombre de la nueva esperanza para luchar contra la COVID-19 y sus complicaciones. Este fármaco, empleado habitualmente en enfermedades autoinflamatorias, está siendo testado actualmente en un ensayo clínico en diez hospitales españoles para tratar a pacientes con neumonía grave por coronavirus con el síndrome de tormenta de citoquinas.
De acuerdo con los datos recopilados por los diez hospitales participantes, alrededor del 20% de sus pacientes con coronavirus desarrollan esta tormenta de citoquinas (un tipo de proteínas), que consiste en una respuesta excesiva y descontrolada del sistema inmune con una hiperinflamación, confinada, en el caso de la COVID-19, sobre todo en el pulmón. Esto provoca neumonías severas que pueden causar insuficiencia respiratoria aguda, descrita como la principal causa de mortalidad de esta enfermedad.
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La investigación está apoyada por el Grupo de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (GEAS) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), parte de la hipótesis de que el tratamiento con anakinra aplicado a pacientes con neumonía grave por COVID-19 evitará el uso de ventilación mecánica, reducirá los ingresos en UCI y la mortalidad por coronavirus. Todo ello sin apenas efectos secundarios.
"Tras la administración de anakinra, se aprecia que entre las 48 a 72 horas posteriores se reduce la gravedad de la sintomatología del paciente", detallo Patricia Fanlo, especialista de Medicina Interna del CHN.
180 pacientes en 10 hospitales
El estudio, financiado por la compañía Sobi, reclutará en 10 hospitales españoles a 180 pacientes (18 por centro) de entre 18 y 80 años que hayan desarrollado neumonía grave asociada al coronavirus. A la mitad de ellos se les aplicará el tratamiento estándar y al resto se les administrará también la anakinra.
El ensayo consta de dos fases para cada paciente: una primera de tratamiento, que se desarrolla durante 14 días, y una segunda, con la misma duración, de observación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa a España como el cuarto país del mundo y primero de Europa en ensayos clínicos de tratamientos contra el coronavirus.