Dmitri Lvov es una leyenda soviética en virología. Experto de la Organización Mundial de la Salud en gripe e infecciones respiratorias desde 1987, descubrió decenas de nuevos virus desconocidos en la URSS y estudió exhaustivamente los mecanismos de las pandemias.
El surgimiento y posterior expansión del covid-19 han generado pánico a escala global, un escenario en el que los hechos reales se mezclan con fantasías y especulaciones que no tienen nada que ver con la realidad, advierte Lvov.
El experto Dmitri Lvov ha disipado los principales mitos en torno al nuevo coronavirus y explica todo lo que se necesita saber sobre esta infección.
Todas las infecciones virales se originan inicialmente en animales, señala Lvov, que recuerda que el reservorio natural de la epidemia actual son los murciélagos, al igual que ocurrió en el brote del SARS-CoV que estalló en 2002.
Lee también: Última paciente con ebola es dada de alta en República del Congo
Existen varias maneras de contraer el coronavirus. Una de ellas es la transmisión directa desde el anfitrión de la infección al humano.
Esto no significa que la única forma de contagiarse sea comer carne de murciélago. El virus también se trasmite con su saliva, orina y heces. Además, estos mamíferos voladores pueden trasmitir la enfermedad a través de otros animales huéspedes intermedios del coronavirus que se los comen, se infectan y luego acaban en los puestos de los mercados, donde en diversas zonas de Asia a menudo se venden vivos y sin tratamiento térmico.
Al penetrar en la población humana, el coronavirus puede propagarse por vía aérea de persona a persona como una infección respiratoria.
El nuevo coronavirus, que ya ha matado a más de 3.000 personas, es difícil de combatir, porque llega rápidamente a los niveles más bajos del sistema respiratorio y afecta a los alvéolos pulmonares que ayudan a expulsar el dióxido de carbono (CO2) y transportar el oxígeno a la sangre.
Como consecuencia, "el plasma sanguíneo y otros elementos de la sangre causan edemas pulmonares de modo que el humano no puede respirar y muere", describe Lvov.
Según el experto, las mascarillas protectoras solo protegen a los demás si la persona que la tiene puesta es la enferma, ya que ayudan a contener la propagación de sus secreciones infectadas.
Al ser preguntado si las mascarillas protegen del contagio a las personas sanas, Lvov responde que "usualmente no, o en muy poca medida", ya que gotas con el virus pueden todavía entrar en contacto con los ojos.