El número de muertos en China continental por la nueva epidemia de coronavirus subió a 1.886 este martes, cuando más de 300 estadounidenses evacuados de un crucero aislado en Japón han comenzado un nuevo período de cuarentena en Estados Unidos.
En China continental hubo otros 98 muertos en la provincia de Hubei, el epicentro de la epidemia. Las autoridades sanitarias de Hubei registraron 1.807 nuevos casos de contagio, en retroceso con relación a la víspera.
La epidemia de COVID-19 en China ha contagiado a más de 72.300 personas y a unas 900 en el extranjero.
Pekín, que intenta frenar la epidemia como sea, solicitó a las personas que se han curado del coronavirus que donen sangre para extraer su plasma para tratar a los enfermos.
Fuera de China, el mayor foco de infecciones es el crucero "Diamond Princess", situado frente a la costa de Yokohama, en Japón, donde se declararon 99 casos nuevos el lunes, elevando el total a 454 personas, a pesar de que los pasajeros llevan 14 días confinados en sus camarotes.
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A medida que crecen las críticas por la gestión de esa crisis por las autoridades japonesas, otros gobiernos, como los de Australia e Italia, anunciaron su intención de evacuar a sus ciudadanos. Hong Kong también expresó su deseo de repatriar a los suyos unas 330 personas "lo antes posible". Canadá tomó la misma decisión para unos 250 canadienses.
El primer vuelo estadounidense aterrizó en la base aérea de Travis, en California, el domingo poco antes de la medianoche, seguido por otro en la madrugada del lunes, en la base conjunta San Antonio-Lackland, en Texas.
Antes del embarque, las autoridades estadounidenses fueron informadas de que 14 de los pasajeros habían contraído la enfermedad del COVID-19. Los infectados viajaron en un "área especial de contención".
A su llegada, 13 de ellos, considerados como casos de "alto riesgo" fueron enviados a un hospital universitario en Omaha, Nebraska, donde se les puso en cuarentena.
Antes de embarcar al avión, una de las repatriadas, Sarah Arana, dijo a la AFP que estaba "lista" para irse. "Necesitamos una cuarentena real. Ésta no era buena".
"Estoy bien de salud"
Algunos de los más de 350 estadounidenses que se encontraban a bordo de este crucero no aceptaron ser repatriados.
"Estoy bien de salud. Y mi cuarentena de dos semanas casi ha terminado", tuiteó Matt Smith.
Otros 40 pasajeros estadounidenses que contrajeron el coronavirus fueron trasladados a hospitales en Japón, indicó Washington.
La epidemia de COVID-19 ha matado en China continental a 93 personas el martes, 105 el lunes, 142 el domingo y 143 el sábado. Estas cifras demuestran que el número tiende a disminuir.
Para Pekín el menor ritmo en el incremento de los casos demuestra que sus medidas están funcionando.
Pero el presidente de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, llamó el lunes a interpretar "con mucho cuidado" ese aparente descenso.
Celebraciones canceladas
Se han registrado cinco muertes fuera de China continental (una en Filipinas, una en Hong Kong, una en Japón, una en Francia y una en Taiwán).
Después del gigante asiático y de Singapur (75 casos), Japón es el país más afectado del mundo por la epidemia. Además de los casos en el crucero "Diamond Princess", las autoridades japonesas informaron de 60 portadores del coronavirus en diferentes regiones del país.
El ministro de Salud, Katrsunobu Kato, pidió evitar las reuniones y los lugares concurridos. Como consecuencia, se canceló la celebración pública por el cumpleaños del emperador y la maratón de Tokio para aficionados.
En otras partes, la preocupación crece después de que diera positivo de coronavirus una estadounidense que viajaba en el crucero "Westerdam", que atracó en Camboya la semana pasada con casi 1.500 pasajeros, tras ser rechazado en cinco puertos asiáticos.
Más de 1.200 de los 1.455 pasajeros desembarcaron. Algunos están en Phnom Penh y serán sometidos a pruebas antes de ser repatriados, pero otros salieron de Camboya y tomaron vuelos comerciales rumbo a sus países, una buena parte vía Malasia, donde fue diagnosticada la estadounidense.
Casi 1.000 personas, sobre todo miembros de la tripulación, siguen a bordo del barco y se someterán a pruebas.
El Parlamento chino contempla aplazar su sesión plenaria de diez días, la gran cita anual del régimen comunista, prevista para comenzar el 5 de marzo.
El salón del automóvil de Pekín, previsto para abril, será por su parte aplazado hasta nuevo aviso.
El banco central de China redujo aún más el lunes el costo de financiación de los bancos comerciales para apoyar a la economía paralizada por la epidemia.
Las grandes empresas mundiales temen una caída de la demanda. Apple anunció que su pronóstico de facturación para el segundo trimestre probablemente no se alcance debido a la epidemia en China, un país crucial para la compañía estadounidense.
Y el gigante minero australiano BHP predice una fuerte caída de la demanda mundial de petróleo, cobre y acero si la epidemia no está bajo control en marzo.