Si visitamos un médico con un resfriado nunca nos recetará un antibiótico, pero a veces quedan fármacos en casa de un tratamiento anterior y nosotros mismo decidimos auto medicarnos.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades advierte que los antibióticos no combaten las infecciones causadas por virus, como puede ser el resfriado, la gripe, la bronquitis, sinusitis o infecciones de oída.
Si decidimos tomar antibiótico durante un catarro o gripe no curaremos la infección, no evitaremos contagiar a otras personas, no nos sentiremos mejor, y además podemos contribuir a la resistencia a los antibióticos.
La OCU explica que los catarros desaparecen por sí solos en unos pocos días.
“Los síntomas son molestos y es difícil no caer en la tentación de comprar alguno de los anticatarrales, antitusivos, etc., que hay en el mercado. En la mayoría de los casos son un gasto que nos podríamos ahorrar.”
Un alivio de los síntomas se agradece para sobrellevar de una forma menos molesta el resfriado.
Te dejamos algunas infusiones para aliviar esa tos que tanto molesta.
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Ajo, un antiséptico natural
El ajo es un antibiótico natural que refuerza el sistema inmunológico contra los virus. Podemos preparar un infusión de ajo, para ello cortamos tres dientes de ajo en pedacitos, los ponemos a hervir 10 minuto con un litro de agua, dejamos reposar, colamos la infusión y nos la tomamos aún caliente.
Unas dos tazas de esta infusión te ayudarán a calmar la tos, despejar los bronquios y descongestionar.
Vahos de eucaliptus
Abre tus vías respiratorias y alivia la irritación de la garganta con vapor de eucalipto, que tiene propiedades expectorantes.
Se introducen en un pote unos 10 gramos de hojas picadas y un litro de agua, se hierve, se retira del fuego y se coloca el recipiente en la habitación cerca de la persona que debe aspirar los vahos dejando que el vapor difunda el ambiente.
Otra opción es verter el contenido en un inhalador especial para vahos y que la persona inhale directamente.
Expulsar la mucosidad con jengibre
Según un estudio de Archives of Family Medicine, el jengibre cuenta con propiedades expectorantes, antitusivas, antiinflamatorias y antibióticas que ayudan a combatir los resfriados, gripes y tos con flemas.
Ginger Blast es una mezcla de extractos de jengibre de alta calidad que ayuda a combatir los efectos del resfriado. Puedes tomar este extracto ultra concentrado como infusión. Para ello, basta con mezclar 1 o 2 cucharillas de café con 150 miligramos de agua caliente.
Baños calientes para el dolor muscular
Para aliviar los dolores musculares propios del catarro te sentarán genial un baño de agua caliente durante unos 15 minutos con unas gotas de aceites esenciales de eucaliptus.
Gárgaras para el dolor de garganta
Si tienes la garganta muy irritada puede ser de gran ayuda hacer unas gárgaras de infusiones de plantas antisépticas. Puedes prepararte una infusión de salvia, manzanilla, limón, menta y tomillo, cuela la mezcla y añádele vinagre de sidra o miel. Haz las gárgaras cuando la mezcla esté templada (fría).
Agua con sal para limpiar la nariz
La congestión nasal se puede tratar con una mezcla de sal y agua. En una taza de agua tibia añádele un cuarto de cucharadita de sal marina sin yodo y un cuarto de cucharadita de bicarbonato.
Vierte un par de gotas en cada fosa nasal, luego inclínate hacia adelante para que escurra un poco y suena tu nariz suavemente.
Infusión de limón y miel para calmar la garganta
Un remedio tan simple como eficaz. El agua tibia con limón y miel alivia tanto la infección de garganta, la irritación y el picor que produce la tos.
Es tan simple como calentar agua, añadirle el zumo de medio limón y unas cucharaditas de miel pura de abeja y beber a pequeños sorbos. Se puedes tomar esta bebida varias veces al día, hasta que las molestias que sientas en la garganta se vayan aliviando.
Cebolla para la tos
Este remedio tradicional, y muy utilizado entre madres con niños pequeños, consiste en partir una cebolla por la mitad, añadirle un poco de azúcar y agua para que sude más y colocarla al cabecero de la cama.
En su composición la cebolla tienen una reacción química con el aire, que crea vapores que aparte de que todos somos testigos, ya sea cortando cebollas o simplemente oliendo que alguien la está cortando, son bastante intensos y que ayudan al paciente con la tos, con tan sólo respirar esos vapores.
Gracias a estos vapores y su composición, se puede disfrutar de un analgésico natural para la garganta, que calma la irritación, hidrata las mucosas y permite a los que tosen, respirar mejor.