Los cambios bruscos de temperaturas y las lluvias tan características de estos meses traen consigo una de las dolencias más odiadas: los resfriados. Y es que es en esta época del año cuando las defensas están más bajas y, por tanto, los contagios son más frecuentes.
Aunque en la farmacia podrás encontrar un sinfín de tratamientos que te ayudarán a tratar la tos, dolor de garganta o congestión nasal tan típicos de esta dolencia, también hay numerosos trucos naturales que pueden ayudarte a suavizarla.
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La gripe y los resfriados son enfermedades muy comunes y recurrentes causadas por diversos virus. Todos la padecemos en algún momento de nuestras vidas, aunque en temporada de invierno los índices de contagio son más altos.
La intensidad de los síntomas puede ser crítica durante los primeros tres días y luego reducirse hasta desaparecer. Podrás diferenciar entre la gripe y el resfriado en que la intensidad del segundo es más leve.
Cuidados en casa para quitar la gripe
Esta afección es altamente tratable en casa pues existen decenas de remedios naturales que pueden prevenir contraerla o curar sus signos. Algunos de los más efectivos son:
Agua con sal
Debido a sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, la sal es otro de los mejores remedios caseros para combatir resfriados. Mezcla una cucharada de sal en un vaso de agua tibia y haz gárgaras con la solución para aliviar la tos seca tan propia de esta enfermedad.
Además, las soluciones salinas también te ayudarán a tratar la congestión nasal. Añade un cuarto de cucharadita de sal marina y un cuarto de cucharadita de bicarbonato a un vaso de agua tibia. Una vez tengas hecha la mezcla, aplica un par de gotas en cada fosa nasal, déjalo actuar durante unos segundos y suénate con suavidad.
Tés e infusiones de ajo y cebolla
La cebolla y especialmente el ajo son ricos en alicina, una sustancia con propiedades antisépticas que ayuda a combatir los resfriados y las molestias gripales. Si el sabor o la textura de estos alimentos te parece demasiado fuerte, siempre puedes probar a tomarlos en infusiones endulzadas con miel. Endulzarlas con azúcar sería un error ya que este producto inhibe sus cualidades naturales curativas.
Jarabe de miel, limón y jengibre
Mezcla en un frasco con tapa varias rodajas de limón con dos cucharaditas de jengibre picado y un poco de miel. Ciérralo y déjalo en la nevera hasta que se forme una capa gelatinosa. Para tomar este remedio casero contra la tos sólo tendrás que mezclar una cucharada de este jarabe con un poco de agua caliente. Este jarabe puede conservarse en la nevera hasta tres meses.
Inhalar mentol
Este remedio tan típico de las abuelas es uno de los mejores para combatir síntomas tan odiosos de los resfriados como la congestión nasal o la irritación de garganta. Mezcla unas seis hojas de eucalipto (planta con propiedades descongestionantes) en una cazuela con agua caliente e inhala los vahos durante varios minutos. El vapor de agua te ayudará a humedecer, ablandar y eliminar las mucosidades de la nariz y de los bronquios, despejando así las vías respiratorias.