Psoriasis, mal que afecta la piel y emociones de quien la sufre

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Ruth Berthely tenía 27 años cuando fue diagnosticada con psoriasis, una enfermedad autoinmune "que te trauma y te cambia la vida" y que se caracteriza por la aparición de lesiones de aspecto rojizo, como escamas. "Empecé con lo síntomas desde los 9 años. Me salían granitos escamas en las manos y mi cabeza lucía como si tuviera caspa o ceniza todo el tiempo", dice este lunes a Efe Berthely.

La paciente, que hoy rebasa los 55 años de edad, asegura que ha aprendido a vivir con este mal, ya que es una enfermedad que no se cura, solo se controla, pero reconoce que el padecimiento ha afectado mucho más que su piel.

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"Es muy difícil relacionarse con las personas, porque te ven mal. A mi, por ejemplo, desde niña no me saludaban, pensaban que si me tocaban los podía contagiar, y es una enfermedad que no se contagia", señala.

La psoriasis, explica la doctora Rossana Janina Llergo Valdez, vicepresidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología, es una enfermedad inflamatoria autoinmune, que genera muchas escamas en la superficie de la piel. Estas escamas pueden tener un grosor y tamaño diferente y se pueden manifestar en cualquier parte del cuerpo, principalmente en codos, rodillas, cuero cabelludo y uñas.

En el marco del Día Mundial contra la Psoriasis, que se conmemora el 29 de octubre, la especialista señala que los picos de inicio de la enfermedad se dan entre los 20 y 30 años o entre los 50 y 60 años. La especialista agrega que es una enfermedad multifactorial, aunque se sabe que existe un 20 % de posibilidades de desarrollarla si un padre la ha padecido y 65 % si ambos padres están afectados.

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En el caso de Berthely, tanto su papá como su mamá tenían psoriasis, y ella fue la única de nueve hermanos que la heredó. Ruth manifiesta que el desconocimiento de esta enfermedad, la llevó en primera instancia a un peregrinar por médicos y remedios caseros que no lograban aminorar los síntomas.

En sus inicios, cuando todavía era una niña, los médicos le diagnosticaron dermatitis. Pero el tratamiento no funcionaba, así que su madre empezó a darle baños con jabones especiales, a untarle ungüentos, pero nada aminoraba el aspecto de su piel.

"La gente no sabe cómo es vivir así, así que les pido que hagan conciencia, que no nos discriminen y que acepten a todos los que tenemos psoriasis", finaliza. EFE