El bebé llega a nuestros brazos y es imposible no besarlo. Suena exagerado, pero es verdad: queremos comerlo a besos. Va creciendo y lo seguimos besando. Enfermo, se cae o se lastima, y lo volvemos a besar. Los besos de la madre abundan y tienen muchos significados.
Besar a los hijos no es solo la expresión del amor que se tiene por ellos. Los besos, efectivamente, ayudan a que los hijos estén bien emocionalmente. Eso, más o menos, lo sabemos todos. Pero también pueden ayudar a que su bienestar general sea óptimo. El relato El día que Dios creó a las madres, del conocido escritor Paulo Coelho, dice que Dios incorporó en la creación de la madre el beso que tiene el don de curar cualquier cosa, desde una herida hasta un sufrimiento de amor.
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Los besos de la madre no solo refuerzan el vínculo de amor que los une, sino que además ofrecen una sensación placentera que libera endorfinas y oxitocina, que fortalecen el sistema inmunitario de los hijos. Educar con besos es lo mejor que le puede pasar a padres y a niños.
Los besos que damos a los hijos nunca serán excesivos ni malcrían. Los besos al despertar, al irse a dormir, al dejarlos o buscarlos en la guardería o en la escuela, refuerza, la confianza que tienen en sus padres. Una confianza que, cultivada desde pequeños, rendirá sus frutos cuando llegue la adolescencia. Asi lo publicó Mejor con Salud
Los besos de la madre que amamanta protegen el sistema inmunitario del bebé. La leche materna no solo se autorregula para proporcionar los nutrientes que necesita tu hijo en cada etapa de crecimiento. También pasa anticuerpos para protegerse de enfermedades como asma, alergias u obesidad.
Sin embargo, toda madre y también los padres, que responde al llanto de su hijo cuando sufre un herida o una caída, sabe que su amor brinda consuelo. Sus besos no desinfectarán una herida, pero brindan el apoyo que necesita el niño para calmarse. El bebé o el niño que sufre un dolor inesperado instintivamente buscará a sus padres. Mientras mamá o papá lo besan, lo sostienen cobijado en sus brazos, se activa la oxitocina, la hormona que se libera con los besos y los abrazos.
Los besos de papá también cuentan
En la definición de los roles de madre y padre, las emociones estuvieron reservadas a las mujeres-madres, como si los hombres-padres no las tuvieran. Sin duda, que el machismo es el responsable de estas conductas.
Sin embargo, hoy en día es cada vez es más frecuente ver a padres involucrados en la crianza y cuidado de sus hijos. Padres que cambian pañales y bañan a sus bebés, educan y besan a sus hijos, se ven a diario. Los niños se benefician de padres que expresan decididamente su amor y cariño.
Un estudio verdadero realizado por la Universidad de Concordia, en Canadá, publicado por Canadian Journal of Behavioral Science, demostró que los niños cuyos padres se involucran en su crianza son niños con mejores patrones de comportamiento y más inteligentes.
La investigación, realizada entre 186 niños, encontró que aquellos que cuentan con una figura paterna activa, que está presente desde la primera infancia, desarrollan menos problemas de conducta y tienen mayores capacidades intelectuales, incluso en hogares con bajos niveles socioeconómicos.
La crianza de los hijos es el momento de brindar los afectos que construirán los vínculos que unen a padres e hijos. Bebés y niños aceptan gustosos los besos de los padres.