Hannah Van de Peer es una mujer que sufre una condición que le impide tener relaciones sexuales de manera satisfactoria, ya que los músculos que rodean su vagina tienen espasmos en contra de su voluntad. El vaginismo puede ocurrir después de un trauma o abuso sexual en el pasado, pero también se puede originar sin causa aparente, y permea en la vida sexual de las mujeres que lo padecen, así como en la de sus parejas.
“Cuando tengo sexo, siento como si alguien me apuñalara”, confesó Hannah al sitio británico BBC, y reveló que la causa probable de su problema sexual es que acudió a una escuela religiosa. “Me enseñaron que las mujeres no podían sentir placer durante el sexo en absoluto, ya que podía resultar un poco doloroso y sangriento desorden, embarazo o enfermedades de transmisión sexual”, dijo.
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Los espasmos en los músculos provocan que la vagina se cierre, haciendo que las relaciones sexuales sean sumamente dolorosas e incluso se puede imposibilitar la penetración vaginal. “Para muchas mujeres es una condición que les cambia la vida. Muchas de ellas describen lo que sienten, como si les cortaran o como si agujas punzaran la piel”, señaló la ginecóloga Leila Frodsham.
Van de Peer aseguró que la educación que recibió quedó grabada en su mente, ya que le enseñaron que perder su virginidad sería muy doloroso. La mujer no solo siente dolor físico cada vez que intenta tener relaciones sexuales, sino que además su problema le causaba vergüenza, pues consideraba que era algo “infantil”, como si no hubiera transitado a la edad adulta.
Este trastorno es poco común, ya que afecta al 7% de las mujeres, sin embargo, al iniciar la vida sexual puede haber mayor probabilidad de que suceda.
El vaginismo es una afección que tiene cura. El tratamiento puede incluir la ayuda de un ginecólogo, un terapeuta físico y un asesor sexual.Se pueden practicar los ejercicios de Kegel para la contracción y relajación de los músculos del suelo pélvico y en muchos casos se utilizan dilatadores de distintos tamaños para ayudar a que la persona sea menos sensible a la penetración vaginal.
