Si bien, no todos hacemos exactamente estas actividades, al hacer un repaso de nuestra vida nos daremos cuenta de cuán expuestos nos encontramos a la tecnología. Y esto no es malo, porque se trata de herramientas que nos facilitan, de alguna manera, la vida. Sin embargo, no solemos estar conscientes del tiempo prolongado que nuestros ojos reciben la luz y el calor de cada uno de los dispositivos.
¿Cómo funcionan nuestros ojos?
Los ojos necesitan de la luz para percibir las imágenes que llegan a nuestro cerebro. De acuerdo con Miriam Rojas de Alejos, retinóloga, la formación de la imagen sucede porque, en la retina, tenemos una serie de células sensibles ala luz, llamadas bastones o conos, que captan las formas y colores. La imagen captada por dichas células es llevada al cerebro, pero este proceso puede verse afectado conforme a la edad, explica.
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Los efectos negativos de las pantallas en nuestra salud
Pese a que este tipo de afecciones suele darse en personas de mayor edad, la experta en retina dice que, actualmente, hay muchos pacientes jóvenes que se presentan con síntomas como comezón, cansancio visual y resequedad de los ojos.
“Esto no sucedía antes, pero es provocado por el uso continuo de tablets, computadoras y teléfonos porque estos dispositivos son utilizados de cerca”, expresa Rojas de Alejos, y añade que los pacientes presentan alergia a los rayos azules que emite la luz de dichos aparatos que degeneran la retina.
Ojos resecos
Además, el estar constantemente utilizando pantallas, aunque se trate de algo involuntario, ‘olvidamos’ parpadear. Aquí entran otros problemas. “La córnea, que es la parte externa y transparente, necesita ser lubricada y limpiada”, agrega Rojas de Alejos, y explica que esta es la función de la lágrima al parpadear.
Estas lágrimas son producidas todo el tiempo y sin ningún esfuerzo, dice Fernando Noriega, oftalmólogo, y agrega que estas también llevan proteínas. Asimismo, la retinóloga expone que es necesario parpadear con frecuencia, pues esto permite lubricar la córnea. Al no hacerlo, esta se seca.
De acuerdo con Jorge Hernández, oftalmólogo, nuestro ojo produce una lágrima basal que cumple con esta función. “Al producirse menos lágrima, el ojo se irrita e inflama”, añade. Según Rojas de Alejos, ante este problema, se les administra a los pacientes de edades avanzadas, gotas para lubricar sus ojos, pero que ahora también se trata de un problema en la juventud.
Tensión en los músculos de los ojos
Además de resecar los ojos, tener la mirada fija también podría tensar los músculos de nuestros ojos. Según Rojas de Alejos, nuestros ojos tienen dos funciones: la lectura y ver un panorama de lejos, a más de 6 metros de nosotros.
Al acercar la mirada para leer un libro o ver el teléfono, los músculos de nuestros ojos están realizando un mayor esfuerzo para poder percibir la imagen que tenemos de cerca. De esta manera, “los tejidos entran en un estrés y es como cuando tenemos un calambre al hacer mucho ejercicio”, explica la experta.
Esto provoca que, al ver de lejos, para nuestros ojos sea más difícil enfocar la imagen. Pero este problema puede prevenirse. La recomendación es que, si debe estar por mucho tiempo frente a un monitor o utiliza mucho su teléfono móvil, descanse su vista. Cada media hora, vea a larga distancia unos minutos, “levántese a tomar agua, retire su vista de las pantallas”, dice Rojas de Alejos.