La práctica sexual en España es, de medios de comunicación, de una vez a la semana para el 23,5% de los españoles . Y de tres o cuatro veces para el 16,9%, según el último estudio realizado por 40db. Sin embargo, también se puede encontrar una lista de esas líneas, los aficionados a los encuentros sexuales que se suman a un número muy por encima de los medios de comunicación.
Los beneficios de practicar el sexo son numerosos, pero ¿existe un momento en el que mantener relaciones es perjudicial ?
“Como cualquier otra práctica podría ser perjudicial en el momento que me interrumpió en mi vida cotidiana; Cuando impidió un desarrollo normalizado de mi vida: familiar, laboral, social o afectiva, y este hecho se vivió como algo que se escapa de mi control. Esta sensación de pérdida de control es fundamental para comprender la alteración ”, responde la sexóloga Marta Pascual .
Limitaciones fisiológicas
En principio, el sexo es un bálsamo para la salud . La sucesión de procesos que se desencadenan con la práctica de los beneficios derivados de la gran cantidad de mediadores neuroendocrinos que se segregan.
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"Disminuye el riesgo cardiovascular, la frecuencia de los tumores de próstata, la mejora del trofismo de los tejidos vaginales, las de tono de la musculatura del suelo pélvico, la mejora del estado de ánimo, la de estrés de estrés …", indica el doctor Carlos Calle Díez, médico adjunto del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.
Según revela el especialista, no hay contraindicaciones salvo la posibilidad de molestias, dolor en las lesiones de la piel y mucosas de los genitales externos que pueden afectar a igual a ambos sexos. "No se han encontrado publicaciones sobre un número máximo de encuentros sexuales a partir del cual exista perjuicio para la salud", aclara.
Frenos psicologicos
Sin embargo, la parte menos amable puede desencadenarse con el valor que para cada uno de ellos tienen los encuentros. “Mantener los beneficios que se pueden obtener en la práctica sexual como un problema o en el propio encuentro erótico como un espacio de miedo y dificultad ”, matiza Pascual, que subraya que, como cualquier otra práctica, si es un instrumento y se convierte más en una compulsión que en una elección, ya no hay ganancia .
También pueden influir factores sociales o creencias que afecten a la experiencia subjetiva del sexo. "Variables personales, culturales y biográficas que van a facilitar o dificultar, prohibir o permitir que viva el sexo como una posibilidad de cultivar o un aspecto mío a negar", indica.
"Si se convierte más en una obligación que en una elección, el sexo deja de ser beneficioso"
Marta pascual sexóloga
Uno de los escollos más comunes depende de si existe un quórum en la pareja respecto a la frecuencia de la práctica. El deseo de transformar en una experiencia similar al mismo tiempo.
El riesgo de excederse
La sexóloga indica que se puede hablar de demasiado de mi sexo si existe una obligación o una conducta repetitiva con la falta de control. “Entonces deberían producirse consecuencias negativas. A corto plazo, aparecerán alteraciones de los ritmos normales de sueño o de alimentación, con la posibilidad de tener sentimientos como la inquietud y la ansiedad ”, comenta.
Y agrega que, en el medio plazo, aparecerá una cierta desconexión con uno mismo que tengas como resultado final la falta de placer en la propia actividad. “Un Largo Plazo, Lo Que Era Un refuerzo positivo (Sensaciones de Satisfacción y Placer) PASA un refuerzo negativo Ser ONU (aliviar la Propia Sensación de carencia por la abstinencia)”, detalla Pascual , Indico La Vanguardia.