La piel blanca se ha convertido en una tendencia obsesiva para los asiáticos. Esto se ha reflejado en la imagen publicada por el diario Times of India con la piel retocada de las 30 finalistas del concurso Miss India 2019.
La polémica destapó un problema candente en la sociedad oriental: el miedo a sentirse discriminado o rechazado por una tez oscura. El estigma está tan marcado que cada vez más hombres recurren a técnicas para blanquear artificialmente el miembro viril.
En Tailandia, por ejemplo, existe una clínica reconocida por su experiencia en servicios de blanqueamiento, el Lelux Hospital, propone desde 2017 intervenir con sus técnicas la tonalidad de los penes, por un precio de 650 dólares por cinco sesiones con láser.
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“Tenemos cerca de 100 clientes por mes, tres o cuatro por día”, afirmó Bunthita Wattanasiri, un responsable de la clínica.
Los expertos alertan sobre algunos peligros de esta técnica que se realiza con ácido o láser puede causar quemaduras, cicatrices o manchas en el pene, y en consecuencia terminar con uno más oscuro que al principio.
La cirugía genital, tanto masculina como femenina, ha situado a Tailandia en el número 21 en cuanto a tratamientos estéticos, según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, ISAPS.
Según lo informó el portal quo.es, aunque aún no hay demasiada información científica al respecto, los productos químicos y láseres más utilizados no se han creado para blanquear una zona tan delicada como el pene.
El deseo de un pene claro está llegando también a España, aunque de momento el número de procedimientos para rebajar el tono de la piel en la zona genital no pasan de 15 al año.
Según el Instituto Médico Láser de Madrid, especializado en este tipo de técnicas, contrariamente a lo que sucede en esos países, aquí el cliente que más demanda este tratamiento son jóvenes de entre 20 y 35 años con diferencias notables de tonalidad.
“Para muchos de ellos es como una obsesión que les llega a limitar a nivel sexual por vergüenza”. Por ello, someterse a un blanqueamiento de pene, o de testículos, supone un cambio de gran impacto en la calidad de vida de estos hombres.
El ministerio de Salud de Tailandia también advirtió contra el procedimiento, diciendo que puede causar irritación o infección, incluso representa una amenaza para el placer sexual y la reproducción.
El auge de esta moda coincide con la caída de intervenciones para ampliar el pene, probablemente por la implantación de técnicas menos invasivas.
