¿Qué es lo primero que sacas de tu dieta cuando quieres cuidar tu peso? Seguro en primer lugar están los postres, pero seguidito, el pan… y quizá no estés tan equivocada, aunque no por lo que crees. Descubre cuál la relación del pan de caja con la obesidad y la diabetes. No es el almidón.
Los carbohidratos son un elemento importante en nuestra alimentación, pues le proporcionan energía a nuestro cuerpo, pero ¿conoces los diferentes tipos? De acuerdo al sitio Medline Plus, son tres: azúcares, almidones y fibra (¿sabes por qué es bueno consumir fibra? Te lo decimos), y necesitamos de las 3 formas para que nuestro cuerpo funcione correctamente.
El pan se encuentra dentro del grupo de los almidones, junto con otros alimentos, como la avena, cebada, quinoa, galletas saladas, por lo tanto, podría decirse que también es necesario para nuestro cuerpo, sin embargo, es muy importante tener cuidado con qué tipo de pan elegimos.
Si bien siempre nos han resaltado que es clave comer aquellos hechos con harina de grano integral, pues contienen fibra y son más saludables, por ejemplo para tu hígado, aquí te explicamos la razón, recientemente investigadores descubrieron que podría haber un lazo entre el pan de caja (el de tus sándwiches) y la obesidad y diabetes. Y no por ser carbohidrato.
El mal oculto del pan de caja
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Al parecer no todo se reduce a nuestra forma de comerlo, de acuerdo a un estudio lidereado por la Universidad de Harvard, un aditivo que suele encontrarse en este tipo de panes y otros productos similares, podría tener influencia en la diabetes y obesidad.
Hablamos del propionato, el cual se encarga de prevenir la aparición de moho y la proliferación de bacterias. Aunque ha sido aprobado por las autoridades en salud alimentaria, de acuerdo a este estudio, podría aumentar los niveles de las hormonas implicadas en la regulación del peso y la diabetes, incrementando el riesgo de sufrir esta enfermedad y obesidad.
La investigación se enfocó tanto en ratones, como en humanos. En el caso de los primeros, encontraron que, al administrarles la sustancia, había una hiperglucemia (aumento azúcar en sangre a niveles arriba de lo normal), además de subir de peso y aumentar su resistencia a la insulina.
En cuanto a los humanos, descubrieron que quienes consumieron alimentos con ciertos niveles de propionato, tuvieron aumentos significativos de noradrenalina, glucagón y FABP4, algo que también había ocurrido con los ratones. El problema es que el grupo de análisis únicamente consistió en 14 adultos, por lo cual no puede tomarse como concluyente.
Es decir, el estudio es más bien preliminar y marca un precedente y nuevo objeto de estudio, aunque la realidad es que ya teníamos advertencia de que los alimentos procesados tienen consecuencias en nuestra salud. Aquí te decimos algunos efectos de este tipo de comida
¿Cuál es la conclusión de este caso? La clave de todo está en la moderación, pues, así como una rebanada de pan no te va a hacer subir 5 kilos, también es menos probable que te provoque un gran daño. Sin embargo, la principal recomendación sería siempre elegir los alimentos naturales.
Sí, tampoco es que vayas a hornear tu pan, pero sí podrías elegir uno de panadería, pues es más fresco y probablemente sin tantos conservadores.
Definitivamente otro problema de nuestra alimentación es la comida chatarra, descubre cómo evitar el antojo en el siguiente video.