La FDA, la agencia reguladora de medicamentos de Estados Unidos, acaba de dar luz verde a una píldora que permitirá perder peso sin dieta y sin necesidad de pasar hambre. Se trata de la píldora Plenity, desarrollada por la compañía de biotecnología Gelesis, que desarrolla terapias destinadas a enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad.
Su función es disminuir el apetito a través de un proceso mecánico. Ingerida antes de la comida, la tableta libera un gel hidrofílico que se inflama al capturar las moléculas de agua en el estómago, ocupando alrededor de una cuarta parte de este órgano sin sumar calorías. Provoca una especie de globo que hace que la persona se sienta menos hambrienta.
Es un gel compuesto de celulosa y ácido cítrico y se elimina naturalmente por el tracto digestivo. Según la compañía, hará perder un promedio del 10% del peso corporal en seis meses. Uno de sus estudios, publicado en la revista Obesity en 2018, mostró que el uso de esta píldora duplica la posibilidad de perder entre el 5 y el 10% del peso corporal.
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En los ensayos clínicos, los efectos secundarios de Plenity fueron similares a los del placebo: saciedad, sensación de hinchazón, flatulencia y dolor abdominal.
La píldora ha sido aprobada para personas con un índice de masa corporal (IMC) mayor o igual a 25. A pesar de las expectativas que pueda generar, los nutricionistas ya han avanzado que no es un producto milagroso, aunque lo positivo es que está exento de efectos tóxicos al no entrar en el torrente sanguíneo.
Sus propios creadores aconsejan que vaya acompañada de una restricción calórica y ejercicio moderado. De hecho, los estudios realizados por la compañía asociaron la pérdida de peso con una dieta reducida en 300 calorías y una actividad física diaria.
En Estados Unidos, con el 40% de la población obesa, según la publicación JAMA, este tipo de productos es especialmente bien recibido, si bien la píldora Plenity no plantea si será eficaz en personas que tienden a alimentarse en exceso a causa de la ansiedad o en casos en los que la obesidad responde también a causas genéticas.
Estará disponible en las farmacias estadounidenses a partir de 2020 y se dispensará por prescripción médica, aunque aún no se ha publicado su precio.