Hace un par de semanas, el último 'ranking' de 'Bloomberg' aseguraba que España es la nación más saludable del mundo. Mejoraba cinco posiciones respecto a la última clasificación, realizada en 2017, consiguiendo ser el más sano por primera vez en su historia.
Así se confirma en el 'Índice de países más saludables de 2019', en el que se atienden factores como la esperanza de vida, el acceso a agua potable, la alimentación, el consumo de alcohol o el tabaco, donde nuestro país sale muy reforzado.
De hecho, somos solo por detrás de Japón y Suiza el país en que sus habitantes viven más, una cifra que se prevé que de cara a 2040 sea la mayor de todo el planeta, con 86 años de media, según Naciones Unidas.
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Pero no en todos los países el progreso ha sido fácil. Las enfermedades, las epidemias y los eventos inesperados son un recordatorio de que nuestras vidas, cada vez más duraderas, no son iguales en todos los rincones del planeta.
¿Te preocupa perder la vida por algún acontecimiento relacionado con el terrorismo, la guerra o los desastres naturales? Tranquilo, solo representan el 0,5% de todos los fallecimientos del planeta.
Es muy triste que haya muchas zonas geográficas donde los recién nacidos y la gente joven siga muriendo por causas que todos podemos prevenir. Aunque muchos motivos siguen siendo los mismos durante muchos años, hay causas que van cambiando con el tiempo.
¿Por qué muere la gente?
Casi 56 millones de personas fallecieron en todo el mundo en 2017, 10 millones más que en 1990, por el crecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida. Más del 70% muere de enfermedades crónicas no transmisibles (que no se contagian de persona a persona y progresan lentamente).
Según la Organización Mundial de la Salud, las principales causas de mortalidad (que llevan siéndolo durante 15 años) son la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular, con un 32,3% del total. La segunda causa, que representa aproximadamente una de cada seis muertes (el 16,3%), es el cáncer, seguida de las afecciones respiratorias (6,5%), la diabetes (5,8%) o la demencia (4,4%).
Las causas de muerte varían mucho según el país y los niveles de ingreso en todo el mundo. Los fallecimientos por enfermedades infecciosas, desnutrición, deficiencias nutricionales, muertes neonatales y maternas en las naciones con economías mayores suelen ser muy bajos en términos relativos.
Sin embargo, estas mismas aún prevalecen (y en algunos casos son dominantes) en los países con ingresos bajos o medios. En Kenia, por ejemplo, la principal sigue siendo la enfermedad diarreica. En Sudáfrica y Botsuana, el sida.
Factores de riesgoa
En 1990, casi una cuarta parte de todas las muertes se produjo en niños menores de cinco años. En 2016, esto se había reducido a poco menos del 10%, ya que el 48% fueron personas de 70 años o más; el 27%, de 50 a 69el 15%, de 15 a 49 el 1%, de 5 a 14, y alrededor del 10% en niños menores de cinco. En contraste, la proporción en el grupo de personas mayores de 70 años ha aumentado del 33 al 48% durante este periodo.
Las muertes que pueden tenerte preocupado, como el terrorismo, la guerra o los desastres naturales, solo representan el 0,5% del total
Sufrir una enfermedad o tu salud en general están estrechamente relacionados con una serie de factores de riesgo. El estilo de vida, la alimentación, la actividad física que se practica… todo se desarrolla de forma independiente, por lo que no se pueden sumar todos los fallecimientos y concluir que es el número real.
La contribución de los factores de riesgo específicos también varía significativamente según el país. Para la mayoría de los países de ingresos altos, son los relacionados con las dietas saludables, el tabaquismo y el consumo de alcohol, y para los más bajos, el agua limpia, el saneamiento o la atrofia infantil.