La soledad es un gran problema para los estadounidenses. Según un estudio realizado en 2018, cerca de la mitad de los encuestados admitió sentirse solo. Y los que más se sentían así eran los jóvenes.
El estudio se realizó con entrevistas a más de 20,000 estadounidenses mayores de 18 años en Estados Unidos continental, Alaska y Hawaii.
David M. Cordani, presidente y CEO de la aseguradora Cigma (que realizó el estudio) explicó que la salud física, mental y social están totalmente conectadas. “Estamos viendo una falta de conexiones humanas, que a final de cuentas llevan a una falta de vitalidad o a una desconexión entre la mente y el cuerpo”, agregó según reflejó la revista Forbes.
Te interesa: ¿Sabías que el sindrome del corazón podría estar en el cerebro?
Los resultados de la consulta son alarmantes, dice la empresa. Entre ellos, 1 de cada 4 encuestados raramente o nunca siente que está rodeado de gente que verdaderamente lo conoce; 2 de cada 5 creen que sus relaciones no son importantes y que están aislados del resto; y 1 de cada 5 dice que casi nunca se siente cercano a la gente.
Es más, la generación que comprende entre 18 y 22 años se define como la “más solitaria”. Pero no es un problema que afecta a Estados Unidos únicamente.
En lugares como el Reino Unido, se anunció el año pasado la creación de un Ministerio de la Soledad, a raíz de un informe sobre las cifras de personas que viven solas y no tienen a nadie con quien hablar en semanas.
Las redes sociales no unen
En plena era de las redes sociales, cuando todos estamos conectados con tan solo un click, la sensación de soledad aumenta considerablemente y a un ritmo imparable. Cada vez hay más dificultad para generar un tejido social que nos ayude a comunicarnos y compartir con otras personas. Somos capaces de comunicarnos por mensaje de texto, pero difícilmente nos mostramos dispuestos a mantener una conversación cara a cara. Ni siquiera por teléfono.
El estilo de vida de las grandes ciudades tiende a ser cada vez más individualista, donde no caben las relaciones humanas más allá de las que se establecen a través de una pantalla de un celular.
El problema de la soledad va ligado intrínsecamente a la depresión, a la perdida de facultades cognitivas y el aislamiento social y otras enfermedades graves se está haciendo cada vez más evidente en los países occidentales”, cuenta el psicólogo Andrés Montero, de Norte Psicólogos, en España.
De acuerdo con el psicólogo, este es un problema que se podría equiparar a los efectos nocivos del tabaquismo o la obesidad, problemas para los que se realizan campañas de concienciación. Es necesario que empecemos a salir al exterior para comunicarnos, a permitir y motivar a los niños para que jueguen en las calles y que nosotros, los adultos, volvamos a relacionarnos de una forma sana con nuestros semejantes. Se trata de hablar, de compartir, de charlar con quien tenemos al lado. Como hacíamos antes.