Prácticamente desde nuestros orígenes, el ser humano ha dado gran importancia a la comida. Si bien es cierto que la versión primitiva se basaba en un consumo de subsistencia en el que lo importante era sobrevivir, muy pronto fuimos separándonos de esa visión simplista y convertimos nuestra alimentación en un arte y una ciencia a partes iguales.
Entre los ingredientes que llevan con nosotros siglos enteros y que han demostrado poseer increíbles cualidades como alimento y como medicina destaca el jengibre, la planta milagrosa de los antiguos chinos.
Esta planta de la familia de las zingiberáceas posee flores de color purpúrea de fruto capsular y un tallo subterráneo horizontal en forma de rizoma (tallo con varias yemas que emite raíces y brotes de sus nudos). Es precisamente este tallo subterráneo el que lo ha hecho famoso en la cocina y la medicina.
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Originaria del sureste asiático, era empleada como ingrediente para la medicina tradicional hace más de 2.000 años y fue incorporándose poco a poco a la gastronomía de la región en primer lugar y de muchas otras partes del mundo con el tiempo. Actualmente, el principal productor de jengibre es Jamaica seguido de China, India, Nepal, Tailandia, Bangladesh, Nigeria o Australia.
En el aspecto médico, el consumo habitual de jengibre ha demostrado tener grandes beneficios para la salud del ser humano. Se trata de una solución efectiva para problemas digestivos o dolores menstruales, antinflamatorio, relajante muscular, vasodilatador que mejora la circulación sanguínea y también actúa como afrodisiaco natural. Además, no añade cantidades significativas de calorías, carbohidratos, proteínas o fibra.
Si ahora miramos lo gastronómico, el jengibre se ha hecho un hueco bien merecido en las cocinas de todo el mundo. Su sabor y aroma picantes lo convierten en un ingrediente perfecto para moler y usar como especia, rayar, incluir en salsas o acompañando a otros principales. También es muy común verlo como elemento principal en un té acompañado de miel y limón.
En esta galería te contamos los secretos y las ventajas del jengibre.
1. ¿Qué es el jengibre?
El jengibre, cuyo nombre científico es Zingiber officinale, es una planta aromática cuyo tallo subterráneo es considerado como un ingrediente de la medicina tradicional asiática desde hace más de 2.000 años. También se le conoce como kion o quion, posee un sabor picante que lo ha hecho muy popular en la gastronomía y se puede encontrar en zonas tropicales de todo el mundo, aunque especialmente en Asia.
2. Jengibre para los problemas digestivos
Los compuestos fenólicos del jengibre ayudan a aliviar la irritación gastrointestinal, estimulan la producción de saliva y la bilis y suprimen las contracciones gástricas y el movimiento de alimentos y líquidos a través del tracto gastrointestinal. En resumidas cuentas favorecen la digestión y evitan la aparición de efectos secundarios relacionados con la mala absorción de los alimentos.
3. Jengibre contra las náuseas
Masticar jengibre crudo o beber té de jengibre es un remedio casero común para las náuseas que sufren, por ejemplo, las mujeres embarazadas. Consumir jengibre evita las náuseas y la ganas de vomitar, incluso en forma de caramelos o pastillas.
Cuando hace frío, beber té de jengibre (podemos añadirle miel) es una buena forma de mantenerse caliente. Es diaforético, lo que significa que promueve la sudoración, por lo que trabaja para calentar el cuerpo desde dentro.
4. Jengibre para la reducción del dolor
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Georgia (EEUU) con 74 voluntarios y publicado en la revista The Journal of Pain, concluyó que la administración diaria de suplementos de jengibre redujo el dolor muscular inducido por el ejercicio en un 25%. También se ha descubierto que el jengibre reduce los síntomas de dismenorrea (dolor severo durante un ciclo menstrual). En otro estudio, el 83% de las mujeres que tomaron cápsulas de jengibre consiguieron mejorías en los síntomas del dolor menstrual en comparación con el 47% de las que recibieron un placebo.
5. Jengibre contra la inflamación
El jengibre se ha utilizado durante siglos para reducir la inflamación y tratar las condiciones inflamatorias. Un estudio publicado en la revista Cancer Prevention Research descubrió que un suplemento de raíz de jengibre administrado a un grupo de participantes voluntarios redujo los marcadores de inflamación en el colon en aproximadamente un mes. Los investigadores del estudio explicaron que al disminuir la inflamación, el riesgo de cáncer de colon también disminuía. El jengibre también ha demostrado ser un remedio prometedor en los ensayos clínicos para tratar la inflamación asociada con la osteoartritis.
6. Jengibre para mejorar la circulación
La raíz de la planta del jengibre puede consumirse fresca, en polvo, secada como especia, en forma de aceite o incluso como zumo. El jengibre pertenece a la familia del cardamomo y la cúrcuma, y se produce en la India, Jamaica, Fiji, Indonesia y Australia.
7. Jengibre afrodisiaco
La mejor circulación y flujo de la sangre, la estimulación que el aroma y el sabor del jengibre proporcionan y la mayor sensibilización de las zonas erógenas hacen de esta planta un afrodisiaco natural cuyos efectos se pueden notar rápidamente. Además, su acción inflamatoria ayuda a relajar los músculos y reducir la tensión del cuerpo.
8. Otros beneficios asociados al jengibre
A todo lo dicho hay que añadir que el jengibre ha demostrado ser un alimento efectivo a la hora de acelerar el metabolismo, prevenir enfermedades cardiacas, combatir las migrañas, actuar como relajante muscular, disminuir la congestión y reforzar las defensas del organismo.
9. Origen del jengibre
La raíz de la planta del jengibre puede consumirse fresca, en polvo, secada como especia, en forma de aceite o incluso como zumo. El jengibre pertenece a la familia del cardamomo y la cúrcuma, y se produce en la India, Jamaica, Fiji, Indonesia y Australia.
10. Ficha nutricional del jengibre
Dado que a menudo se consume en cantidades tan pequeñas, el jengibre no añade cantidades significativas de calorías, carbohidratos, proteínas o fibra. Contiene numerosos compuestos antinflamatorios y antioxidantes beneficiosos para la salud como gingeroles, beta-caroteno, capsaicina, ácido cafeico, curcumina y salicilato.
100 gramos de jengibre contienen:
Hidratos de carbono – 17,77 g
Fibra dietética – 2 g
Proteína – 1,82 g
Fibra dietética – 2 g
Azúcares – 1,7 g
Sodio – 13 mg
Vitamina B6 – 0,16 mg
Calcio – 16 mg
Hierro – 0,6 mg
Vitamina C – 5 mg
Potasio – 415 mg
Magnesio – 43 mg
Fósforo – 34 mg
Zinc – 0,34 mg
Folato – 11 mg
Riboflavina – 0,034 mg
Niacina – 0,75 mg
Hierro – 0,6 mg