Al contar historias sobre personajes con Síndrome de Asperger, la ficción ha ayudado a poder entender cómo actúan y sienten quienes viven con este trastorno. Más allá de personajes como Raymond de Rain Man, interpretado por Dustin Hoffman o del libro llevado al teatro El curioso incidente del perro a medianoche, en la actualidad se busca reflejar el cotidianidad y la importancia de la integración saludable.
Cada 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger con el objetivo de visibilizar las necesidades de las personas que viven con esta condición. Además, la fecha conmemora el nacimiento de Hans Asperger, el psiquiatra austriaco que describió este cuadro por primera vez.
Desde 2013, la Asociación Americana de Psiquiatría, comenzó a incluirlo dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA), como la expresión más leve.
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¿Qué es el síndrome de Asperger?
Esta condición del neurodesarrollo impacta en el funcionamiento social y el espectro de actividades e intereses de aquellos individuos que lo presentan, influyendo de manera directa en la forma en que estos logran procesar la información, dan sentido al mundo en el que viven y se relacionan con los otros.
"Son pacientes que desean la aceptación social, pero no saben cómo lograrla porque les 'falla' la inteligencia emocional, la capacidad de entender lo que le pasa al otro, por eso generalmente les sucede lo opuesto y eso les genera angustia y estrés", detalló Andrea Abadi, psiquiatra infanto-juvenil y directora del Departamento de Infanto Juvenil de INECO.
Desde la Asociación Asperger Argentina se esforzaron por aclarar que "aunque se desconoce su causa, hay fuerte consenso en la comunidad científica en señalar que es de orden neurobiológico.
De la misma manera, hay una aceptación universal acerca de que el mismo no se produce por problemas afectivos ni por el tipo de educación recibida. Tiene una mayor incidencia en varones que en mujeres y en estas se manifiesta de una manera más sutil y encubierta".
Abadi enumeró algunas características (a grandes rasgos) que identifican a quienes presentan Síndrome de Asperger:
Es necesario destacar que se manifiesta de manera diferente en cada individuo, hay en todos ellos un rasgo común: las significativas dificultades para la interacción social, especialmente con aquellas personas de su misma edad.
– Dificultades para empatizar con los otros.
– Comportamiento emocional y socialmente inapropiado.
– Nivel de inteligencia normal o superior por lo que no suelen presentar dificultades en el rendimiento académico.
– Existencia de un interés "obsesivo" en un solo objeto o tema, con exclusión de cualquier otro (generalmente atípicos o poco comunes para los individuos de su edad).
– Presencia de movimientos motores torpes y descoordinados.
– Alto nivel de vocabulario y patrones de discurso formales.
– Escasa comprensión de chistes o dobles sentidos.
– Pensamiento rígido e inconvenientes para aceptar cambios en la rutina.
La detección temprana es una de las claves, ya que permite dar inicio a una intervención oportuna interdisciplinario que colabore a que los niños y adolescentes con esa condición se conviertan en adultos que puedan enfrentarse a la vida con la mayor independencia posible.
"Nada impide que una persona que presente Síndrome de Asperger pueda desarrollarse plenamente, pero para ello es fundamental un contexto que la acompañe y sostenga día a día, y que en vez de focalizar en sus déficits trabaje permanentemente para aumentar sus fortalezas", explicó la especialista.
Los abordajes interdisciplinarios resultan indispensables para el desarrollo de aquellas áreas donde cada niño o adolescente presenta sus dificultades específicas.
Psicología cognitiva conductual, lenguaje, neuropsicología-psicopedagogía, terapia ocupacional con integración sensorial, floortime, terapia reacreacional, musicoterapia, psiquiatría infantil, por ejemplo, confluyen en INECO para aportar sus avances en esa dirección.