La vagina tiene muchas bacterias que viven en equilibrio y protegen la región íntima de la mujer. Cuando está saludable, la que predomina es la bacteria Lactobacilos (Lactobacillus crispatus), responsable por protegerla de la proliferación de otras bacterias. Sin embargo, una baja de la inmunidad o el contacto con otros microorganismos puede alterar esa ecuación y generar infecciones y molestias para la mujer.
El sexo puede ocasionar una infección vaginal
Cuando existe un desequilibrio en la flora vaginal, otras bacterias se desarrollan y provocan una infección llamada vaginosis bacteriana, una enfermedad común en mujeres de edad reproductiva, que suele provocar picazón, olor fuerte y flujo.
Hasta hoy, se creía que esta infección siempre era ocasionada por algunos hábitos: mala higiene íntima, la práctica de duchas vaginales, el uso de cosméticos como toallitas húmedas, desodorante íntimo, y la utilización prolongada de ropa muy ajustada o ropa interior de telas sintéticas.
Sin embargo, un estudio liderado por Lenka Vodstrcil, del Centro de Salud Sexual de Melbourne, Australia, acaba de señalar otro posible responsable de la enfermedad: el pene.
De acuerdo con el análisis publicado en el sitio de la revista científica Plos, las bacterias «enemigas» de la vagina pueden provenir de una relación sexual sin protección, de la misma forma que ocurre con las bacterias patogénicas, que son las que provocan enfermedades sexualmente transmisibles.
¿Cómo se hizo el estudio?
En el estudio, un grupo de voluntarias recogió muestras de sus secreciones vaginales cada tres meses por un año y registró cómo era su actividad sexual. Tuvieron que registrar si no mantenían relaciones sexuales, si las tenían con coito interrumpido o si tenían sexo sin protección, con eyaculación dentro de la vagina.
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La conclusión del estudio fue que las mujeres que tuvieron relaciones sexuales sin usar preservativo presentaron una cantidad mayor de bacterias Gardnerella vaginalis y Lactobacillus iners, las más asociadas a la vaginosis bacteriana.
«El sexo con penetración aumentó la diversidad de Gardnerella vaginalis en mujeres jóvenes con o sin vaginosis bacteriana, lo que sugiere la transmisión sexual de un grupo de organismos comensales y potencialmente patológicos», afirman los investigadores en la conclusión del estudio.
Por su parte, las que tuvieron contacto con el semen de su pareja sexual presentaron una concentración todavía mayor de estos microorganismos, lo que sugiere que el riesgo de contraer vaginosis bacteriana aumenta cuando el semen entra en contacto con la vagina, en una relación sexual sin preservativo.
Tratamiento de la vaginosis
Según afirmó la ginecóloga y obstetra Heloísa Brudniewski en entrevista con VIX, más de la mitad de las mujeres afectadas por la condición no presenta síntomas. Sin embargo, las que desarrollan signos suelen observar un flujo grisáceo y lechoso, dolor durante la relación sexual, picazón y mal olor (como a pescado) en la vulva.
Es común que, una vez se restablezca el pH vaginal, el organismo de la mujer se encargue de eliminar la infección solo. Sin embargo, en el caso de que la mujer vaya al médico antes de que eso ocurra o si el cuadro persiste, debe iniciarse el tratamiento.
De acuerdo con la también ginecóloga y obstetra Flávia Fairbanks, es necesario investigar el factor que está causando la vaginosis. Esto se debe a que, si la infección se trata pero no se elimina la causa, la enfermedad probablemente volverá a aparecer.
Al mismo tiempo, es necesario equilibrar las bacterias de la vagina. Para esto, Flávia cuenta que se utilizan antibióticos por vía oral o vaginal, así como alimentos con probióticos, como yogures o leches.