No tapes demasiado a tu bebé, podrías causarle esta enfermedad

miliaria

Al verlo tan pequeño e indefenso, es inevitable que quieras proteger a tu bebé a toda costa. Pero a veces los cuidados en exceso pueden tener efectos contraproducentes en su salud, por ejemplo, al taparlos demasiado. Una de las consecuencias de esto es conocida como miliaria.

¿Qué es la miliaria?
La miliaria aparece cuando el sudor no logra salir a la superficie, por lo general debido a una obstrucción en los poros. El Colegio Osteopático Americano de Dermatología explica que los síntomas y la gravedad de esta condición dependen de la capa de la piel en la cual se encuentra atrapado el sudor proveniente de sus respectivas glándulas.

De acuerdo con este parámetro, existen cuatro tipos de miliaria, desde la más superficial a la más profunda:

Cristalina: bultos llenos de líquido y sin inflamación. Suelen romperse con facilidad.
Rubra: la piel alrededor de los poros se torna roja y presenta tanto inflamación como comezón. Esta es la más común en niños y bebés.
Pustulosa: cuando el salpullido de la miliaria rubra viene acompañado de pústulas.
Profunda: ocurre cuando el sudor se filtra dentro de la dermis, lo cual ocasiona granos parecidos a la "piel de gallina".

Como mencionamos, los infantes son los más susceptibles a la miliaria rubra. Pero en realidad todos, a cualquier edad, podríamos padecerla si no tomamos las precauciones necesarias.

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La Clínica Mayo explica que una de las causas más comunes de esta erupción es tener conductos de sudor que aún no se han desarrollado por completo. Por ello los bebés son propensos a que sus conductos se rompan y tengan fugas por debajo de la piel. Se debe tener especial atención en los recién nacidos, ya que la miliaria puede aparecer incluso en la primera semana de vida.

El riesgo aumenta con otros factores como lo son vivir en climas tropicales, calentarse en exceso, descansar en cama durante tiempos prolongados y la actividad física intensa. Como verás, los más pequeños del hogar podrían entrar con facilidad en cualquiera de las primeras tres causas.

Cómo evitarla y tratamiento

La buena noticia es que curar la miliaria es sencillo, pero sí debe atenderse para evitar una infección bacteriana. Como menciona en sitio MedlinePlus, lo esencial es enfriar al bebé y mantenerlo fresco.

Vestirlo con ropa adecuada, ligera y que permita la transpiración es una de las recomendaciones básicas. Las telas de algodón, que son absorbentes y permiten la transpiración, son un gran aliado, así como las prendas que no queden demasiado justas.

El uso de aire acondicionado y ventiladores también son de gran ayuda, siempre que se utilicen para generar una leve brisa. MedlinePlus también aconseja evitar el uso de cremas, ungüentos y talco como remedios, porque estos suelen tapar los poros e inhibir la disipación del calor.

Fuente: VIX