Probablemente has observado un montón de blancas, diminutas e indoloras bolitas alrededor de los ojos, mejillas o nariz. Son casi imperceptibles y dudosamente alguien más las vea, pero no puedes evitar intrigarte.
No hay nada de que preocuparse, tampoco hay por qué intentar exprimirlas, y por si lo piensas, no son espinillas. A este grupo de bolitas se le conoce como milia y su aparición puede darse en cualquier tipo de piel a cualquier edad.
Una dermatóloga de Nueva York explica que la milia está formada por pequeños quistes compuestos de queratina:
«La queratina es una proteína presente en la capa más externa de la piel (estrato córneo). Si bien las milias parecen puntos blancos, ahí es donde la mayoría de las comparaciones se detienen. A diferencia del acné, la milia puede desarrollarse sin razón aparente».
¿Por qué aparece?
Si bien cualquier humano es propenso a desarrollar milia, Marchbein asegura que en su consultorio encuentra más predisposición a estos pequeños quistes cuando revisa pieles de pacientes que ya presentan otras afecciones: piel reseca, rosácea, caspa o abuso de maquillaje.
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Esta dermatóloga también atribuye la milia a secuelas de traumatismos ligeros (quemaduras superficiales, ampollas, raspaduras etc.), además apunta a los efectos secundarios causados por algunos tratamientos:
«Puede que la queratina se haya quedado atrapada en algunos poros después de la evolución de un traumatismo. También he observado casos donde la milia aparece luego de haber usado medicamentos tópicos».
¿La milia se puede prevenir o eliminar?
Prevenir como tal no, eliminar de forma segura y avalada sí.
Marchbein reitera que no es necesario, la milia suele irse por sí sola, pero si los fines estéticos pueden más recomienda hacerlo de forma segura:
«Es imprescindible acudir con un especialista dermatológico y acatar su tratamiento al pie de la letra para no causar daño. Es probable que recete exfoliaciones químicas, retinoides e incluso puede agendar una sesión para remover los pequeños quistes mediante una aguja estéril o láser».
Ya sabes que hacer si esos inofensivos puntos blancos te causan estrés, pero recuerda siempre atenderlos de la mano de tu dermatólogo de confianza ¡Manten los remedios "tradicionales" fuera!
Fuente: VIX
