Como madre o padre, es normal que analices cada detalle de la apariencia de tu bebé durante las primeras horas después de su nacimiento.
Es muy posible que al momento de sostenerlo en tus brazos durante el instante inicial notes una sustancia blanca cebosa que lo cubre. No significa que esté sucio o que sea algo de qué preocuparse.
Esta sustancia recibe el nombre de vérnix caseoso y es secretada de forma natural por las glándulas sebáceas de la piel de tu bebé desde la semana 18 de gestación.
Este tiene la función de proteger su delicada piel de las rozaduras, la resequedad y el agrietamiento. Especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguran que este componente posee propiedades antibacterianas y bactericidas, claves para evitar infecciones a partir de que la fuente se rompe y el bebé está listo para nacer.
Te puede interesar: Las terribles consecuencias de exprimir los puntos negros
La cantidad de vérnix en el bebé varía según el caso. No existe un indicador que establezca la cantidad exacta de cebo en cada etapa, no obstante, va disminuyendo conforme el bebé se desarrolla. Por eso es tan común que los bebés prematuros traigan consigo más de esta sustancia adherida al cuerpo.
La OMS explica que a partir de la semana 20 el cuerpo del feto desarrolla una vellosidad muy delgada llamada lanugo, que ayuda en gran medida a que la sustancia se mantenga unida a la piel. Al igual que el vello convencional, la cantidad de lanugo se asocia a factores genéticos.
Aunque no es indispensable y no siempre es posible, los especialistas también recomiendan que el vérnix caseoso no sea retirado enseguida. La permanencia en la piel del bebé contribuye en gran medida a fortalecer las defensas externas de su piel.
En lugar de un baño convencional inmediato, es mejor si el bebé es limpiado con una franela seca y suave para quitar los restos de placenta, sangre y otros residuos. Entre 6 y 8 horas después del alumbramiento, estará listo para su primer baño en forma.
La OMS cita en sus protocolos de parto que sin el vérnix caseoso, la piel del bebé luciría arrugada y deshidratada al momento de nacer debido a la constante exposición al líquido amniótico.
Fuente: VIX