Una de las actividades que más placer da es una de las que pone a las personas, especialmente a las mujeres, en mayor riesgo de contraer infecciones. Y sí, aunque hayas usado un método de barrera para protegerte de enfermedades de transmisión sexual, existe la posibilidad de una infección. Por eso, los hábitos preventivos de higiene son los más importantes a la hora de evitar una.
A continuación te presento los cuidado que debes tener después del sexo.
Durante las relaciones sexuales, el pH de la vagina se altera, lo cual puede provocar un crecimiento inusual y dañino de las bacterias que forman parte de la flora vaginal. Esto puede desencadenar una serie de infecciones que podrías evitar sin ningún problema con estos cuidados simples, avalados por WebMD, que mantendrán tu área íntima saludable.
Lávate las manos
Lo primero antes de higienizar el resto de tu cuerpo es librar tus manos de todos los fluidos con los que pueden haber entrado en contacto. Este es un consejo clave para empezar a detener la propagación de las bacterias.
Higieniza la zona íntima
No tienes que saltar de la cama a la ducha inmediatamente, pero quizá tampoco sea buena idea quedarte durmiendo. Es importante reunir energías, aunque te queden pocas, e ir a darte un baño, para evitar una infección urinaria o una infección vaginal. Tanto si has usado preservativo como si no, debes lavar el sudor, lubricante y otros fluidos que hayan quedado en tus genitales. Lava la zona alrededor (no el interior) de la vagina con agua tibia. Puedes intentar usar un jabón suave, pero no si tu piel es demasiado sensible.
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Ve al baño
El hábito de orinar después del sexo disminuye en gran medida el riesgo de contraer una infección urinaria, ya que barre hacia afuera las bacterias provenientes de la piel o del ano, que durante el sexo pueden haber ingresado en la uretra. La acidez de la orina ayuda a evitar que las bacterias sobrevivan para alcanzar la vejiga y los riñones.
Tampoco tienes que saltar de la cama para esto; sí puedes hacerte unos mimos con tu pareja. Pero si tienes ganas, no lo aguantes por mucho tiempo. Y, si no tienes ganas, es recomendable que de todas formas lo intentes. Tomar agua después del sexo incrementará las chances de que te den ganas de orinar y seguir barriendo las bacterias hacia afuera.
Usa ropa suelta
Los lugares húmedos, calientes y sin ventilación son perfectos para la proliferación de bacterias. Luego de tener relaciones sexuales, es mejor que te pongas ropa interior suelta, de algodón, que deje respirar a tu zona íntima y absorba la humedad. Evita usar tejidos sintéticos que obstruyan el pasaje de aire. También puedes evitar usar ropa interior.
Limpia tus juguetes
Una vez que hayas terminado de usarlos, es mejor lavar tus juguetes sexuales lo más pronto posible. Se deben limpiar luego de cada uso, ya que las bacterias siguen allí, y son una peligrosa forma de contagio de infecciones y enfermedades de transmisión sexual. Su empaque debería darte instrucciones de cómo higienizarlos correctamente.
Fuente: VIX