Muchas personas, tanto hombres como mujeres pueden querer adelgazar algunos kilos para poder sentirse mejor consigo mismos. Por eso, tanto hombres como mujeres pueden empezar a hacer ejercicio o a hacer dietas para perder esos kilos que piensan que les sobran y verse así mejor cada vez que estén delante de un espejo. Pero en ocasiones, se pueden tener hábitos malos con los que crees que estás adelgazando pero la realidad es que no es así.
5 Malos hábitos con los que crees que bajas de peso pero no
1. Comes alimentos 'light' o 'bajo en grasas'
Comer alimentos light o bajo en grasas no es algo que te haga adelgazar, es más, aunque es cierto que te pueden ahorrar algunas calorías, si comes más productos light para tener menos remordimiento, a la larga solo conseguirás que tengas calorías extra en tu cuerpo igualmente.
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Cuando estos productos te ahorran algunas calorías, las reemplazan por hidratos de carbono de bajo rendimiento que se digieren rápidamente y esto provoca que haya una subida de azúcar y que después, tengas más hambre.
2. Haces deporte pero no cuidas tu alimentación
Es posible que hagas deporte cada día, pero que después cuando llegues a casa no cuides tu alimentación y comas cualquier cosa sin tener en cuenta su valor nutritivo o con las calorías que tienen. Por ejemplo, si haces deporte pero después llegas a casa y comes fritos, grasa saturada y comida que no es adecuada para una dieta equilibrada, entonces el deporte que estás haciendo no te ayudará para perder peso.
Es importante que si haces deporte te responsabilices también de la dieta que tienes cada día. Aunque no está mal que tengas un día de la semana para comer lo que quieras, la realidad es que de forma diaria deberás pensar en lo que comes y qué tipo de alimentos son adecuados para mantenerte saludable y además, poder perder peso.
3. No tienes en cuenta las calorías que consumes y las calorías que gastas
Cuando no se tiene en cuenta las calorías que se consumen y las calorías que se gastan es cuando el cuerpo coge o pierde peso dependiendo de lo que ocurra. Si consumes más calorías de las que consumes diariamente porque llevas una vida sedentaria, lo más probable es que poco a poco vayas cogiendo peso por esas calorías extras que añades a tu cuerpo.
En cambio, si comes menos calorías de las que gastas y tienes en cuenta las calorías que necesitas ingerir en una dieta equilibrada para poder una buena salud y sentirte con energía, entonces, sí que podrás perder peso de forma progresiva y saludable.
4. Te saltas comidas
En una encuesta nacional de 2011 del Consejo de Control de Calorías, el 17 % de los estadounidenses admitió que se saltaban las comidas para bajar de peso… Es probable que no solo los estadounidenses lo haga, y sean muchas más personas de todo el mundo quienes cometen este error.
El problema es, que saltarse las comidas en realidad aumenta las probabilidades de aumentar de peso, especialmente cuando se trata del desayuno. Un estudio de la American Journal of Epidemiology encontró que las personas que no comen por la mañana tenían más probabilidades de ser obesos. ¿Por qué?
Saltarse las comidas disminuye el ritmo del metabolismo y aumenta el apetito. Esto pondrá a tu cuerpo en el modo de almacenamiento de grasa para sobrevivir y aumenta las probabilidades de comer en exceso en la próxima comida. Siempre hay que tener tiempo para el desayuno, ¡con levantarte 10 minutos antes sobra!
5. Intentas evitar todas las grasas
Sabes que las grasas trans en la alimentación son nocivas para tu salud, pero debes saber escoger las grasas que son adecuadas para ti. No todas las grasas son inadecuadas para su consumo. Comer grasas saludables como las semillas de lino, las nueces o los aguacates te ayudarán a bajar de peso y a mantenerte saludable.
Las grasas no solo ayudan a absorber muchas de las vitaminas de tu dieta, sino que también te ayuda a que tengas energía.
