La homosexualidad no es un malestar y fue precisamente el 17 de mayo de 1990 cuando la Organización Mundial de la Salud decidió eliminarla de la lista de enfermedades mentales. Ahora, nuevas investigaciones aseguran que la homofobia sí podría estar relacionada con ciertos padecimientos psicológicos.
Por ejemplo, un estudio publicado en el Diario de la Medicina Sexual revela que el comportamiento agresivo hacia las personas homosexuales (o de la comunidad LGBT) podría estar ligado con algunos desórdenes mentales. Se le pidió a 551 estudiantes de entre 18 y 31 años que hicieran varias pruebas psicométricas y se usó la escala de Homofobia para llevar a cabo la evaluación.
La escala de Homofobia es un cuestionario en el que la gente responde del 1 al 5 si su desagrado es mayor o menor hacia situaciones específicas, como: “Considero que la gente gay no debe trabajar con niños” o “No me molestaría enterarme de que un amigo cercano es gay”.
Después del análisis, se encontró que las personas homófobas suelen también tener mecanismos de defensa inmaduros. O sea, no son capaces de mantener sus emociones bajo control sin importar que hayan otras personas a su alrededor, de acuerdo con la psicóloga Susan Krauss.
Asimismo, estas personas tienen mecanismos de defensa neuróticos, que se manifiestan como desplazamiento de las emociones. Por ejemplo, el enojarse con una persona inocente con tal de expresar la emoción, tomar los problemas de otros como propios, reprimir las emociones y esforzarse por compensar las faltas propias, explica el libro Salud Mental y Enfermedad Mental.
También se encontraron algunos signos de depresión en las personas homófobas. Así que quizás estas actitudes agresivas se deban a problemas internos que hacen falta resolver en vez de a un problema con la sexualidad de los demás. ¿Vos que pensás?