Unos dicen que sí se puede, otros que no. ¿Qué es cierto? Deshazte de los mitos sobre el sexo durante el embarazo. Estas son algunas verdades para que disfrutes del sexo tranquila durante esta etapa tan linda de tu vida, publicadas por Vida y Salud.
1. No debes tener relaciones sexuales
El único que te puede decir que no debes tener sexo durante tu embarazo es tu ginecólogo. Y eso sólo sucederá cuando él o ella considere que tu embarazo tiene algunos riesgos que se pueden complicar si tuvieses relaciones sexuales. De lo contrario, la mayoría de las mujeres embarazadas pueden tener sexo cuantas veces quieran.
2. El deseo sexual desaparece
Si y no. Durante el primer trimestre puede ser que no tengas deseos de tener relaciones con tu pareja pues las náuseas y los cambios hormonales te podrían mantener con malestares como para estar pensando en el sexo. Y durante el tercer trimestre el peso de tu panza, el dolor de espalda y la preocupación por el parto, podrían también incidir en que el sexo y quizá sea lo último que se cruce por tu mente.
Sin embargo, muchas mujeres manifiestan deseos sexuales durante el segundo trimestre, cuando las náuseas han pasado y la panza aún no ha crecido tanto. Además, en este tiempo hay una mayor circulación de sangre a tu vagina y tus senos, tienen un aumento en la sensibilidad y a veces, aumenta el deseo también. Si es así, no te asustes, ¡disfrútalo!
3. Le hace daño al bebé y a la madre
No temas. En primer lugar, no es cierto que tener sexo durante el embarazo ocasione un aborto espontáneo. Estos suceden por otro tipo de problemas, y no por tus movimientos. En segundo lugar, no es posible que puedas hacerle daño a tu bebé en una relación normal. El está protegido por el líquido amniótico.
Si es tu pareja quien tiene miedo, háblale sobre lo que tú sabes y tranquilízalo. La idea es que los dos puedan disfrutar la relación sexual al máximo. No vale la pena que alguno de ustedes esté sufriendo con esos pensamientos.
4. Es mejor buscar otras opciones
Ten mucho cuidado con el sexo oral, porque si tu pareja sopla aire al interior de tu vagina, una burbuja de aire podría viajar por una de las arterias y podría bloquear un vaso sanguíneo, causando lo que se conoce como embolia. Esto puede ser muy peligroso para ti y para tu bebé.
Y es preferible evitar el sexo anal. Como los vasos sanguíneos en esa área también aumentan de tamaño ya que reciben más sangre, es común que aparezcan hemorroides. Así que además de que puede ser incómodo, puede haber inflamación lo que aumenta las posibilidades de que haya sangrado y hasta de que se generen infecciones en tu recto que luego se pasen a tu vagina.
Mejor quédense con la opción tradicional, la van a disfrutar mucho más.
5. Puede adelantar el parto
Un viejo mito dice que tener relaciones sexuales durante el tercer trimestre puede provocar contracciones de parto prematuramente. Así estés cerca de tu fecha de parto, el sexo nunca podrá adelantar tu parto si tienes un embarazo sin riesgos. Es cierto que el orgasmo puede generar algunas contracciones en tu vientre, pero son muy diferentes a las contracciones del parto, así que no debes preocuparte por eso.
Yendo más allá, puede ser bastante positivo para ti tener este contacto íntimo con tu pareja cuando estás en un momento de cambios emocionales.
No lo dudes más, si lo quieres, hazlo. Lo disfrutarás.
