Lucir una sonrisa de un blanco radiante se considera bello. Pero el consumo de tabaco o de bebidas azucaradas y café (entre otras causas), los acaba decolorando. Por eso, cada vez más gente acude a las consultas de los dentistas para someterse a tratamientos de blanqueo dental.
El más común de todos consiste en aplicar moléculas de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) a la superficie del diente. Al activarlas con luz azul, eliminan las moléculas que ensucian nuestros dientes. El problema es que con ellas también eliminan parte del esmalte dental, provocando que nuestra dentadura se vuelva más frágil.
Pero, ahora, un equipo del Department of Chemical and Materials Engineering, de la Concordia University, ha desarrollado un nuevo método de blanqueamiento dental que no tiene esos efectos secundarios.
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Constiste en sustituir el peróxido de hidrógeno por nanopartículas de dióxido de titanio. Al activarlas con la luz azul, se consigue el mismo efecto blanqueador, pero sin causar daños apreciables en el esmalte dental.
Por otro lado la mayoría de personas suelen tener el mal hábito de no lavarse los dientes en el tiempo indicado; algunos ni siquiera saben cuantas veces es lo recomendable hacerlo, por ello debes leer este artículo para informarte mejor.
Probablemente tu dentista te ha recomendado lavarte los dientes siempre después de comer, pero ¿realmente lo haces así?, ¿te has preguntado cuántas veces es realmente es necesario?
No sugerimos que no sigas las recomendaciones de tu dentista, pero cabe señalar que un estudio de Hello Products, que estudió los hábitos bucales de 2 mil estadounidenses, encontró que sólo tres de cada 10 millennials se lavan los dientes sólo una vez al día, que es menos de lo recomendable, que son dos veces al día. Un 22 por ciento evita ir al dentista porque odian el sabor de los productos que usan los médicos. En general, seis de cada diez personas dijeron que le tienen miedo a ir al dentista y que incluso preferían hacer otras actividades que también consideraban incómodas, entre ellas hablar en público o ir con el neurólogo que ver a su dentista.