Si usas juguetes sexuales, solo(a) o con tu pareja, recuerda que la higiene y el cuidado de los mismos es importante para evitar infecciones.
La inserción de un juguete sexual en el ano, luego en la vagina o la boca de una pareja a la otra puede transmitir enfermedades de transmisión sexual (ETS), como la clamidia, la sífilis o el herpes, así como enfermedades transmitidas a través de la sangre (hepatitis B, hepatitis C y el VIH).
También es posible contraer vaginitis bacteriana si se comparten juguetes sexuales entre una persona infectada y su pareja.
Algunos errores comunes que cometen las personas que utilizan este tipo de juguetes:
1. Mala higiene: Una buena higiene es básica. Hay que desinfectarlos en profundidad. Hay que lavarlos antes de cada uso. De esta forma evitarás que haya restos de bacterias, virus y hongos.
2. Lubricantes incompatibles: No todos los lubricantes valen, depende del juguete que se vaya a utilizar. Lo mas recomendable es usar lubricantes hechos a base de agua.
3. Utilizarlos sin protección: Si compartes los juguetes sexuales con tu pareja es conveniente que utilicéis protección. La teoría es que cada juguete sexual es personal e intransferible.
¿Qué puedes hacer para evitar infecciones?
*Lava el juguete sexual después de cada uso y después de usarlo en una parte del cuerpo antes de usarlo en otra, o antes de que lo use otra persona.
*Asegúrate de que el juguete pueda lavarse. Hazlo siguiendo las instrucciones del envase. Los juguetes de plástico o silicón pueden lavarse con jabón y agua caliente. Guárdalos en un lugar limpio y seguro.
*Otra forma de protegerte de infecciones es cubrir la parte penetrante del juguete con un condón nuevo.
*Revisa los juguetes con frecuencia para detectar roturas en la superficie en las que puedan acumularse gérmenes y bacterias.
*Recuerda que el cuidado de tus juguetes sexuales es una parte importante de la práctica del sexo seguro.
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