Quizás, durante tu infancia, te preguntaste cómo sería si súbitamente te quedaras sin voz como le ocurrió a Ariel en La Sirenita, de Disney.
Pues, podría parecerte extraño o imposible, pero si existe un padecimiento que hace que las personas pierdan la voz de manera abrupta. El nombre este extraño transtorno es: disafonía espasmódica.
¿Qué es la disafonía espasmódica?
De acuerdo con la Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Escucha, este trastorno crónico ocasiona que el movimiento de las cuerdas vocales sea forzado y muy tenso, lo que hace que las personas tengan una voz ronca o pierdan la voz por completo durante ciertos periodos de tiempo.
Los síntomas se presentan con más frecuencia entre las personas cansadas o estresadas después de que varios músculos de la laringe se mueven de manera involuntaria, lo que hace muy difícil su detección.
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Este mal suelen detectarlo patólogos del habla y el lenguaje, otorrinolaringólogos y neurólogos, quienes podrían encontrar movimientos inusuales en las cuerdas vocales o algún tipo de problema neuronal que esté ocasionándolo.
Aunque no existe tratamiento para este trastorno, con frecuencia se recomienda varias inyecciones de pequeñas dosis de toxina botulínica (Botox) en una o ambas cuerdas vocales. La toxina botulínica debilita los músculos laríngeos y tiene como resultado una voz más suave y menos forzada, porque las cuerdas vocales se cierran con menos fuerza. Es posible que durante un corto periodo de tiempo después de ser administradas, las inyecciones causen temporalmente voz entrecortada o dificultad al tragar. También podría recomendarse que se obtenga tratamiento con un patólogo del habla y el lenguaje después de las inyecciones para optimizar la producción de la voz.