¿Qué hacer cuando llega la menopausia y el deseo desaparece?

menopausia

Eras una mujer con una actividad sexual normal con deseo. Llega la menopausia y el deseo desaparece de pronto, sin aviso, tu pareja continúa como siempre… y lo que antes era placentero ahora además se vuelve doloroso…

Lo primero que debemos comentar es cómo se produce el deseo a nivel físico (teniendo en cuenta que hay una parte psicológica que influye y tiene un papel muy relevante). El deseo está condicionado por las hormonas sexuales. La testosterona es la hormona clave, interviene en el cerebro activando y estimulando las ganas.

La premenopausia se sitúa alrededor de los 45-50 años. Durante este período los niveles de testosterona, estrógenos y progesterona varían de forma irregular provocando cambios de humor y malestar.

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Cuando entramos en la etapa menopáusica, a partir de los 50 años, estos niveles hormonales han descendido quedando más bajos.

La menopausia no tiene porqué ir asociada a la falta de deseo sexual pero sí que es cierto que la bajada brusca hormonal y varios síntomas propios de esta etapa como el insomnio, los sofocos, la sequedad vaginal, la dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales), etc. pueden afectar al interés sexual (el 50% de las mujeres sufre una disminución de éste).

Por supuesto cada mujer es un mundo, cada una de ellas lo sufre a su manera, hay casos que lo padecen de forma severa con gran malestar general y otros que los síntomas son leves y casi inexistentes.

El dolor durante el coito es debido a la reducción de los niveles de estrógenos propios de la etapa y los cambios que se producen en la vagina. Los más comunes son: aumento de la sequedad, pérdida de la elasticidad y pérdida de sensibilidad. Cuando el sexo viene acompañado de dolor es lógico que se empiece a perder el deseo.

El error es conformarse con la situación que se está viviendo como si fuera “lo que toca”, pero resulta que hay solución. Lo primero es visitar al médico para hacer un chequeo completo y ver que todo está bien y, a continuación, trabajar con un sexólogo para sentirse bien con una misma y recuperar el apetito sexual para no dejar de disfrutar.

Al mismo tiempo es básico hablarlo con la pareja, si la hay, compartir cómo te sientes, qué te apetece a nivel sexual, qué necesitas de tu pareja para sentirte bien, etc. que te entienda y se eviten así conductas de presión y sobretodo no hacer nada que no te guste o te produzca dolor o molestias porque estaremos asociando sexualidad con un recuerdo desagradable.

No debemos olvidarnos que el sexo durante la menopausia tiene un lado muy positivo, al no haber menstruación se elimina la preocupación de embarazo (pero hay que seguir vigilando con las ETS e ITS).

Muchas mujeres están en un momento de bienestar y seguridad consigo mismas, quizás hay una estabilidad de pareja que favorece y si hay hijos probablemente estos ya se hayan independizado. Por ello puede ser una gran etapa para disfrutar del sexo ya sea a solas o acompañada y descubrir nuevas formas de vivir la sexualidad.