Madrid, 11 jun (EFE).- El inmunólogo James Allison y la epidemióloga Nubia Muñoz, ganadores de los Premios Fronteras del Conocimiento en Biomedicina y Cooperación al Desarrollo, subrayaron hoy que la prevención es un "aspecto fundamental" en la lucha contra el cáncer y el mayor desafío de la salud pública mundial.
Los galardonados, que recogerán el premio en una gala este miércoles, dieron una rueda de prensa conjunta en la que advirtieron que, pese a las grandes esperanzas que están dando las nuevas terapias contra el cáncer, como la inmunología, el principal enfoque debería ser la prevención.
"La inmunoterapia ha dado grandes resultados en cánceres como el melanoma y se está probando en tumores como el de pulmón, vejiga o páncreas pero de todos ellos ya conocemos su causa", así que evitarlos es "el desafío más grande que tenemos", dijo Muñoz.
"Solo el tabaco, por ejemplo, causa el 30 por ciento de los casos de cáncer en el mundo, de modo que no deberíamos esperar a que la gente tenga cáncer para curarlo, hay que cortar el hábito. La prevención y las vacunas son las grandes armas que tenemos", agregó.
Allison, quien ha demostrado que la inmunoterapia puede tratar el cáncer de forma efectiva, se mostró completamente de acuerdo y afirmó que prevenir es "fundamental" porque ayudaría a evitar muchos casos: "Cuando se conoce la causa, hay que atajarla".
Muñoz, premiada por demostrar la relación entre el virus del papiloma humano y el cáncer de cuello de útero y por su papel esencial en el desarrollo de vacunas contra dicha enfermedad, se mostró también muy dura con el movimiento 'antivacunas'.
"Estos grupos, motivados por multitud de razones estúpidas, como las religiosas", afirman, por ejemplo, que si se vacuna a las niñas contra este virus precursor del cáncer, pueden volverse más promiscuas, pese a que hay estudios que han probado que el comportamiento sexual de niñas vacunadas o no vacunadas es el mismo, lamentó la epidemióloga.
Para esta investigadora, las redes sociales "son el problema" porque "diseminan viralmente las mentiras", mientras que los científicos carecen de armas para dar buena información.
Pero por encima de todo, explicó, "tenemos que tratar de educar mas, a la población en general pero también a los propios médicos, porque desgraciadamente también los hay que no creen en las vacunas" y a los medios de comunicación para que traten este tema con responsabilidad
Allison, por su parte, reconoció que en Estados Unidos "aún hay gente que sostiene que las vacunas provocan autismo pese a que esa afirmación se ha negado una y otra vez y esto ocurre cada vez en Estados de mayor nivel económico".
"Es esencial ser taxativos y educar a la gente porque las vacunas y los antibióticos han reforzado la salud y la calidad de vida humanas más que cualquier otra cosa en la historia de la humanidad".
Por último, Muñoz recordó que aunque el virus del papiloma es igualmente prevalente en los países ricos que en los pobres, el 86 por ciento de los casos de cáncer de cuello de útero tienen lugar en países en desarrollo, en los que las vacunas existentes resultan muy caras y donde no hay programas estatales de prevención o detección y seguimiento de los casos.
"El mayor desafío de la sanidad mundial es usar estas armas para prevenir este cáncer en los países que más lo necesitan", aseguró.
Por su parte, Allison, cuyas investigaciones han derivado en la generación de fármacos basados en la inmunoterapia que han aumentado la tasa de supervivencia de los pacientes con melanoma metastásico hasta diez años (era de once meses), dijo que la inmunoterapia "es ya el cuarto pilar de la lucha contra el cáncer, junto a la cirugía, la radiación y la quimioterapia".
Y "aunque no creo que nos vayamos a librar del cáncer, en el futuro la investigación hará saltos de gigante en esta enfermedad. Estoy seguro".