Quizá suene extraño pensar en que el pene puede sufrir una lesión de este tipo, en especial porque esta parte del cuerpo masculino no está tan en contacto con otros elementos, como lo sería un pie o una mano. No obstante, la anatomía y la vulnerabilidad de este órgano lo hacen susceptible de sufrir una ruptura.
El esguince o fractura de pene se presenta principalmente al mantener relaciones sexuales o masturbarse con mucha fuerza. Sin embargo, también es posible que ocurra como consecuencia de un golpe intenso en el área genital.
Así ocurre la fractura
A lo largo del miembro viril se extienden un par de columnas de tejido eréctil llamadas cuerpos cavernosos. Esos cuerpos abarcan desde el hueso púbico hasta el glande y contienen espacios irregulares. Durante la erección, los cuerpos cavernosos se llenan de sangre y aumentan su diámetro y longitud.
Los mencionados cuerpos cavernosos están rodeados por la túnica albugínea, una envoltura fibrosa compuesta por elastina y colágeno, que ayuda a mantener las erecciones. Si se aplica demasiada fuerza o tensión sobre el miembro -sobre todo si está erecto-, lo que se rompe o se desgarra es esa túnica albugínea.
La rotura es tan fuerte, que incluso se puede escuchar un leve chasquido cuando ocurre. El dolor es muy intenso, la erección se pierde, se inflama y aparece un gran hematoma (moretón), debido a la hemorragia interna. Muchas veces también hay daño en la uretra, por lo que el paciente sufre hematuria (orina con sangre), dificultad para hacer pipí y/o retención urinaria.
¿Tiene solución?
En la mayoría de los casos es necesario realizar una cirugía para reparar el daño. La operación incluye el drenado de la sangre acumulada y la reparación del desgarro en la túnica albugínea.
Posterior a esto, se requerirán varios días o semanas para una correcta cicatrización y recuperación del miembro. Esto incluye el uso de una sonda para drenar la sangre y los fluidos que pudieran acumularse en el área, al menos durante un par de días. También se aplicarán sedantes para impedir una erección y así evitar que la herida se abra.
Si la fractura no se atiende correctamente, podrían presentarse complicaciones posteriores. Las más comunes son curvatura del pene, disfunción eréctil y dolores crónicos.