Nuestro cuerpo habla por nosotros. A través de señales, nos quiere comunicar que algo anda mal: sucede con las aftas en la boca, las marcas en nuestra lengua, el color de nuestros ojos… y también con las uñas. Sí, nuestras uñas dicen mucho de nuestra salud.
Estas son las problemáticas más comunes y lo que, en realidad, quieren decir. ¿Identificas alguna en tus uñas? Antes de profundizar en cada una de ellas es importante destacar que ante estas señales se debe consultar a un médico antes de hacer autodiagnósticos. Un profesional sabrá qué es lo que sucede y cuáles medidas se pueden tomar.
Uñas pálidas
Si notas que tus uñas están pálidas puede significar que tienes anemia o alguna problemática con el hígado. Además, si tienes problemas alimenticios, tus uñas podrán cambiar a este color.
Uñas amarillas
No obstante, si tus uñas tienen un color amarillo poco común puede significar que tienes alguna infección de hongos. Aunque también puede indicar diabetes, problemas pulmonares y problemas de tiroides.
Uñas azuladas
Si el color de tus uñas es más azulado que rosa puede indicar que no estás recibiendo el oxígeno suficiente, por lo tanto, puedes tener problemas pulmonares y/o cardíacos.
Uñas agrietadas
Si tienes problemas en la tiroides puedes tener uñas amarillas o, también, agrietadas. Además pueden señalar deficiencia de vitamina A o C.
Uñas con manchas negras
Si bien un golpe en la uña puede formar una mancha negra, si esta se mantiene en el tiempo, puede ser señal de melanoma. Es importante consultar un médico para que diagnostique lo que sucede.
Uñas con manchas blancas
Los puntos blancos también pueden deberse a pequeños golpes y, en menor medida, a deficiencia de calcio.
Uñas muy mordidas
¿Tienes las uñas y los dedos muy mordidos? Pues bien, pueden estar indicándote que tienes complicaciones psicológicas. En este caso es importante consultar a un especialista.
Uñas Clubbing o acropaquia
La acropaquia sucede cuando la punta de los dedos se agranda y la uña se curva hacia abajo. Esto puede deberse a alguna problemática pulmonar, hepatitis, problemas renales, o infecciones intestinales.