Las migrañas son la tercera enfermedad más común en el mundo y afectan por lo menos a 1 de cada 10 personas. Alrededor del 75 % de los pacientes son mujeres, quienes también suelen tenerlas de forma más frecuente e intensa. La causa de esto siempre había sido un enigma, pero el misterio quizás esté por resolverse del todo:
Cada año, se lleva a cabo el Encuentro de Biología Experimental, evento organizado por cinco de las principales sociedades científicas americanas, logrando reunir a la comunidad más representativa de Estados Unidos y el mundo. En esta edición la investigadora Emily Galloway presentó nuevos hallazgos sobre la conexión entre la proteína NHE1 y el desarrollo de migrañas.
Las investigaciones citan que la NHE1 regula la transferencia de protones e iones de sodio a través de las membranas celulares, incluidas aquellas que separan el flujo sanguíneo entrante del cerebro. Cuando los niveles de NHE1 son bajos o inestables, se producen migrañas. La función irregular de esta proteína también interrumpe el flujo de medicamentos para tratar los dolores de cabeza.
Cuando se hicieron pruebas en ratas de laboratorio, y analizaron sus niveles de NHE1, se encontró que eran cuatro veces más altos en los machos que en las hembras. Por si fuera poco, cuando las ratas femeninas presentaban altos niveles de estrógeno los niveles de NHE1 en los vasos sanguíneos de sus cerebros estaban en su condición más baja.
Algunos estudios previos ya habían vinculado la relación de las hormonas con los dolores de cabeza, no obstante, el mecanismo no se había determinado de forma concreta porque la mayoría de las evaluaciones previas se hicieron sólo con animales macho.
Este hallazgo podría cambiar la forma en que se estudian y tratan las migrañas en el futuro.
"Con base en nuestros hallazgos, creemos que las mujeres son más susceptibles a la migraña porque las fluctuaciones de hormonas sexuales provocan cambios en la expresión de NHE1, lo que puede dejar al cerebro vulnerable a la activación del dolor", declaró la propia Galloway.
Así que ya lo sabes, nunca subestimes cuando una mujer te diga que tiene una migraña terrible.