Cuando tienes de 20 a 35 años, el cáncer de testículo es una amenaza real para tu salud. Aunque puede suceder a cualquier edad, este cáncer es más común en los hombres jóvenes y es importante detectarlo a tiempo.
La mejor estrategia para detectarlo es haciéndote un autoexamen de los testículos, que te permite encontrar rápidamente cualquier anormalidad o tumor. Ya que cuando se trata del cáncer, mientras más pronto reciba tratamiento, mayores son las posibilidades de que sea exitoso. En cambio, cuando el cáncer de los testículos avanza sin que lo descubras, puede diseminarse a otras partes del cuerpo y el tratamiento se dificulta. Por eso necesitas empezar pronto. Y si en tu familia hay antecedentes de cáncer testicular, con mayor razón.
El autoexamen debe hacerse una vez al mes para que te familiarices con la forma y el tamaño de tus testículos, y así puedas descubrir cualquier cambios más fácilmente.
¿Cómo se hace el auto examen de los testículos?
-Hazlo después de ducharte con agua caliente, pues así el escroto (la bolsa que de piel que cubre los testículos) se relaja y facilita la palpación de tus testículos y que notes si hay cambios
-Párate con las dos piernas separadas o, si prefieres, apoya una pierna en una silla frente a ti
-Observa cuidadosamente los testículos frente a un espejo para que notes cualquier cambio extraño en la forma o el color
-Con la mano palpa el escroto hasta que identifiques uno de tus testículos
-Pon tus dedos índice y el medio (el tercero o corazón) bajo el testículo, y el pulgar en la parte de arriba. Haz rodar el testículo suavemente entre los dedos y el pulgar para examinar toda su superficie
-Repítelo con el otro testículo
¿Qué estás buscando? Recuerda que el motivo principal del autoexamen es identificar signos de un tumor cancerígeno en tus testículos, que pueden ser: hinchazón, protuberancias o bultos (del tamaño de un fríjol), cambio repentino de tamaño, o dolor en los testículos.
En algunos casos el cáncer testicular puede no dar síntomas hasta estar avanzado. Por eso, apenas encuentres el primer signo, no esperes mucho para consultar a un médico. Y si tienes dolor súbito o intenso, busca ayuda de emergencia.
Es probable que encuentres algunas señales que te parezcan extrañas, pero que son normales. No te asustes si notas un testículo ligeramente más grande que el otro, es normal. También puedes encontrar pequeños bultos en la piel del escroto que se deben a pelos enterrados o salpullido. Incluso, algunos se asustan al sentir un pequeño tubo corrugado detrás de cada uno de los testículos… es el epidídimo, encargado de almacenar y llevar la esperma.
También puedes encontrar algunas señales anormales causadas por otras enfermedades como venas dilatadas (varicocele), dolor o hinchazón debido a líquido alrededor de los testículos (hidrocele) o una hernia. Y si sientes que alguno de tus testículos está más arriba (un testículo que no ha descendido), avísale de inmediato a tu médico o a un urólogo, pues puedes necesitar cirugía. En cualquier caso que notes cambios o tengas dudas, consulta a un médico. Puede que no sea un tumor, pero igual podría requerir tratamiento.
Si aún no te has hecho el autoexamen testicular, ¿qué esperas? Tu salud está en tus manos, literalmente.