El ronquido tiene la peculiar condición de que el culpable no siempre sufre las peores consecuencias más directas e inmediatas: la molestia del ruido al intentar dormir.
Pese a esto, y a que generalmente es visto como un padecimiento que no reviste ninguna gravedad, hay muchas razones de peso para que la persona que ronca busque una solución. Su pareja lo agradecerá.
Roncar tiene de hecho efectos perjudiciales sobre el roncador y es señal de un mal sueño que puede ocasionar luego durante el día somnolencia, irritabilidad y falta de concentración.
Varios estudios también han demostrado significativos daños tanto psicológicos como sociales para los roncadores, y hasta una posible conexión con un mayor riesgo de ataques cardíacos.
Basta de ronquidos
El ronquido se produce por una relajación de la campanilla y el velo del paladar, un músculo y un tejido que cuando se relajan lo suficiente pueden producir un bloqueo parcial de la vía respiratoria, resultando en vibraciones y en un flujo de aire irregular.
De modo que casi todos los tratamientos propuestos para eliminar o reducir los ronquidos consisten en disminuir la dificultad respiratoria y en facilitar el flujo de aire.
Para determinar la mejor solución corresponde determinar cuál es la verdadera causa del ronquido.
Entre ellas se encuentran:
-Debilidad en la garganta, que ocasiona su cierre durante el sueño.
-Oclusión dental o posiciones de la mandíbula, que causan tensión en los músculos.
-Obesidad, es decir la grasa que se acumula en torno a la garganta.
-Obstrucción nasal.
-Apnea obstructiva del sueño.
-Privación de sueño.
-Relajantes como el alcohol y otras drogas que relajan los músculos de la garganta.
-Dormir boca arriba, lo que puede hacer que la lengua caiga hacia atrás.
-Teniendo en cuenta estas causas probables, algunas soluciones se hacen evidentes: perder peso, evitar el alcohol y los sedantes antes de dormir, dejar de fumar y dormir de costado.
Todas estas soluciones refieren a cambios en el estilo de vida, dado que generalmente no hay medicamentos que puedan tratar los síntomas de los ronquidos, salvo aquellos que pueden atacar ciertas causas, como la congestión nasal o las reacciones alérgicas.
Independientemente de estos tratamientos sobre las causas, existen otras opciones que funcionan sobre todo para reducir el ronquido:
-Almohadas ortopédicas, diseñadas para sostener la cabeza y el cuello en una posición que asegura que la mandíbula se mantenga abierta y ligeramente hacia adelante, lo que favorece el flujo de aire a través de la vía respiratoria.
-Aparatos dentales que cumplen la misma función de mantener una apertura en la boca y la mandíbula hacia adelante.
-Ventilación PAP, o presión positiva en las vías respiratorias, para la que se utiliza un respirador, similar al de los pacientes con insuficiencia respiratoria en hospitales.
-Cirugía, que puede ensanchar la vía respiratoria y eliminar tejidos del fondo de la garganta, incluyendo la campanilla.