La dieta macrobiótica es una forma de interpretar la nutrición fundamentada en el consumo de granos de cereales integrales, legumbres, verduras cocidas y en el principio chino Yin-Yang.
Aboga por una dieta consistente en alimentos ecológicos y cultivados en proximidad a su lugar de consumo, verduras de temporada, ricas en carbohidratos complejos, a la par que menos grasas, azúcares y alimentos procesados ??químicamente.
El impulsor de esta dieta fue un filósofo japonés, George Ohsawa en 1920, el cual, creía que comer de manera simple y sana ayudaría a vivir en armonía con la naturaleza y sus constantes cambios.
En esta dieta los alimentos se clasifican en dos categorías: Yin y Yang. Tiene que existir un equilibrio entre los alimentos de los dos grupos para lograr el bienestar físico y mental. Los alimentos Yin son aquellos que se deben consumir, por ser naturales. Sin embargo, los alimentos Yang están prohibidos o se deben limitar al máximo: comidas saldas, las aves, carne roja, el café o los huevos.
La dieta macrobiótica está jerarquizada en 10 niveles que van del -3 al +7. En los cinco primeros niveles se van eliminando alimentos de origen animal de forma progresiva siendo cada vez más vegetariana. Las siguientes fases, del +3 al +7, son exclusivamente veganas y se eliminan los alimentos procesados o elaborados hasta llegar a la dieta +7, en la que se consumen exclusivamente granos de cereales triturados.
Además, se limita la cantidad de agua de bebida, lo que puede causar problemas de deshidratación.
Consecuencias para la salud:
Los 10 niveles de la dieta macrobiótica conducen hacia un estilo dietético restrictivo y deficitario en numerosos micronutrientes como, hierro, calcio, vitaminas A, D, C y B12 además de en proteínas, lo que conlleva graves consecuencias para la salud. Además la alta presencia de fitatos disminuye la abosorción de los pocos minerales que puedan estar presentes en los alimentos, sobre todo de calcio y hierro, apareciendo a la larga enfermedades como:
-Anemia: carencia de hierro a consecuencia de la nula ingesta de alimentos animales y del excesivo consumo de cereales.
-Escorbuto: debida a la falta de vitamina C.
-Hipoproteinemia: déficit de proteínas tanto en calidad como en cantidad.
-Hipocalcemia: déficit de calcio como consecuencia del insuficiente consumo de productos lácteos y derivados. Favorece la aparición de osteoporosis a largo plazo.
-Deshidratación: la restricción de agua puede dar complicaciones causadas por la deshidratación, pudiendo llegar a alterar la pérdida de la función renal.