Enamorarse de una persona suele llevarnos a vivir experiencias maravillosas, sin embargo también nos puede llevar a cometer hechos totalmente fuera de sí, para bien o mal y en esto último podemos hacer cosas malvadas.
Los “hechizos” o “conjuros” amorosos suenan atractivos para personas muy poco seguras del amor que reciben o que no aceptan el rechazo como una opción.
Para Guadalupe Chávez, terapeuta holística y profesora experta en Programación Neurolingüística, la brujería existe, es un hecho pese a que el tema aún se cataloga en la sociedad como un tabú.
“No digamos que existe el bien o el mal, simplemente existe la brujería”, añade.
Pero ¿cómo saber que eres víctima de un ‘hechizo’? Según Chávez no es imposible, pero sí difícil darse cuenta por sí solo.
“Puede ser que no creas en estas cosas, pero tendrás que ir al médico a sanarse; quizás no cree, pero el bolsillo está gastado, así que por algún lado te termina haciendo daño”, agrega.
Chávez indica que hay personas, entre las que ella se incluye, que tienen el don de percibir y reconocer si alguien es víctima de estos ‘amarres’.
“Es posible ver hasta quién o cómo le hicieron daño y cuál es el objetivo de la brujería. Tuve un caso en el que el afectado tenía un dolor recurrente en un brazo y todo venía de una exsecretaria de su trabajo que se había enamorado de él y al ver que el sentimiento no era correspondido, decidió enviar un hechizo”, dice.
A través de terapias el hombre finalmente se liberó de su dolor y de los bloqueos que sufría en su mente.
Otra alternativa a este problema, considera Chávez, es la celebración de una misa para quien haya sido víctima de la brujería.
Además, aconseja siempre bendecir a las personas que suelen desear lo peor para el resto; este es un mecanismo que parece ser efectivo para evitar que la ‘mala vibra’ afecte tu entorno personal o a los seres más queridos.
Es difícil reconocerlo, pero no imposible; hay quienes lo perciben.