La cerveza puede funcionar como medicina, según se desprende de una nueva investigación de un equipo de científicos de la Universidad de Oregón (EE.UU.) publicada en la revista Scientific Reports. La conclusión anima al diario estadounidense Los Angeles Times a asegurar que se trata del "mejor estudio de la historia".
En concreto, los expertos norteamericanos han descubierto que el componente del lúpulo llamado xanthohumol, que se encuentra en altas concentraciones en la cerveza, puede reducir la presión arterial y los niveles de la obesidad, así como ayudar a prevenir la diabetes.
Para llegar a esta conclusión los especialistas realizaron un experimento en que alimentaron a ratones obesos con productos que contenían altos niveles de grasa, claves en el desarrollo de la hipertonía y la obesidad.
Posteriormente, los científicos de la Universidad de Oregón trataron a los roedores con dos derivados del xanthohumol, lo que les hizo manifestar bajos niveles de resistencia a la insulina (factor causante de la la diabetes tipo 2) y a la leptina (causante del hambre en el organismo). Según los científicos, ello hizo que los ratones comieran menos, de modo que redujeron también el consumo de alimentos con elevados niveles de grasa.
En este mismo sentido, en 2016, un grupo de científicos chinos afirmó que la cerveza ayuda a proteger las células del cerebro de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson, destacando el papel del xanthohumol en ello.
Por otro lado, otro estudio afirma que la cerveza daña nuestro sistema. Este realizado por la Universidad de Oxford sugiere que beber más de 190 mililitros de cerveza al día (es decir, 10 gramos o una unidad de alcohol) afecta a nuestro tiempo de respuesta. La función cognitiva de las personas que consumen esta cantidad de alcohol cada día se reduce significativamente, según los científicos británicos. Asimismo, los efectos negativos que el consumo de alcohol tiene para la salud se agravan a medida que envejecemos.