Madrid, 6 feb (EFE).- Un colorante orgánico conocido como azul de metileno es capaz de matar los parásitos de la malaria "a un ritmo sin precedentes" y además no se transmiten si el enfermo vuelve a ser picado por un mosquito, según un estudio que publica The Lancet Infectious Diseases.
El informe elaborado por un equipo internacional durante un proyecto en Mali señala que, con el cloruro de metiltionina, a las 48 horas los enfermos ya no pueden infectar a nuevos mosquitos si les pican, según un comunicado de la Universidad holandesa de Radboud.
Los parásitos de la malaria son cada vez más resistentes a las terapias combinadas basadas en la artemisina que se emplean en la actualidad.
Además, esos medicamentos "hacen muy poco para detener la expansión de la malaria, pues los parásitos permanecen en la sangre durante largo tiempo lo que da la posibilidad de que otros mosquitos se infecten si se alimentan con la sangre de un paciente", indica la nota.
En el actual estudio, lo expertos añadieron a la terapia combinada a base de artemisina, azul de metileno un tipo de tinte empleado en los laboratorios para distinguir las células vivas de las muertas.
El uso de dicho compuesto junto a la medicación antimalaria "asegura que, en tan poco como 48 horas, el paciente ya no podrá infectar a otros mosquitos", mientras que los pacientes a los que se les suministró sí podían hacerlo "durante al menos una semana".
El investigador Teun Bousema, de la Universidad de Radboudumc, que realizó el estudio junto a la de California y el Centro de Investigación de la Malaria de Mali, señaló que el uso del azul de metileno es "muy prometedor, porque puede prevenir la expansión de al malaria en tan poco tiempo después del tratamiento".
Además, "existen indicios de que el azul metileno también funciona bien en especies que son resistentes a algunos tipos de medicamentos".
El cloruro de metiltionina es seguro y bien tolerado por los enfermos, aunque existe un efecto secundario, indicó el investigador que hablaba desde su propia experiencia: "vuelve la orina de un color azul brillante. Es algo que tenemos que solucionar, porque podría hacer que la gente dejara de usarlo", dijo.