Cuando uno toma la decisión de hacerse un tatuaje, en la mayoría de los casos cree que va a perdurar la tinta en su piel por toda la vida (o por lo menos esa es la idea).
Sin embargo, puede ocurrir que el resultado final no sea el esperado o simplemente que uno se arrepienta de haberlo hecho… ¿Qué hacer? ¿Se puede eliminar un tatuaje? una especialista en el tema, explica cuáles son las opciones disponibles, detallando sus contras y ventajas.
Cómo eliminar un tatuaje
La especialista, explica que desde el punto de vista médico, existen dos soluciones con muchísima eficacia:
Tratamientos con láser: se realiza en un consultorio médico en sesiones de 20 minutos. Dependiendo del tamaño y pigmentación del tatuaje, se necesitan entre 8 y 12 sesiones para removerlo por completo. El tratamiento se realiza mensualmente y se va borrando de manera paulatina, aunque hay que tener en cuenta que el color negro es el más fácil de quitar y cuantos más colores tiene la imagen, más difícil es eliminarla. Luego de cada sesión, la zona debe cubrirse con cremas cicatrizantes y papel film.
Técnica quirúrgica: el proceso es similar a la extirpación de un lunar. Utilizando anestesia local, el procedimiento es ambulatorio e indoloro. Suele quedar una cicatriz que se disimula con pliegues, arrugas o zonas poco visibles del cuerpo. Su remoción es completa, inmediata y económica. Los cuidados post operatorios incluyen aplicar alcohol 2 veces por día y tomar antibióticos y analgésicos, mientras que los puntos comúnmente se reabsorben solos.
Si el tatuaje es grande, otra solución quirúrgica puede ser a través de un injerto, el cual consiste en extraer un pedacito de piel de otro sector del cuerpo y colocarlo en la zona del tatuaje como un parche o tomar la piel de un colgajo y llevarla hacia el sector del dibujo.
Sin embargo, si se trata de un tatuaje grande y con muchos colores, médicamente no es recomendable la remoción, ya que para quitarlo se requeriría un tratamiento muy costoso y prolongado con resultados desalentadores.
Ya lo sabes, eliminar un tatuaje es posible a través de un tratamiento médico. Eso sí, te costará dinero y tiempo, así que piensa bien antes de hacértelo.